La peor guerra que podemos vivir es aquella cuando no tenemos paz con nosotros mismos.
Espacio seguro para sanar, crecer, amar y vincularte con los demás desde un lugar más sano
Espacio seguro para sanar, crecer, amar y vincularte con los demás desde un lugar más sano
La peor guerra que podemos vivir es aquella cuando no tenemos paz con nosotros mismos.
Y más que disfrutar lo bonito que nos regala la vida es también de inteligentes emocionales el INTENTAR buscarle un aprendizaje a las cosas negativas que no sabemos controlar en nuestras vidas.
Los duelos es la oportunidad para reiniciar nuestra vida cuando hemos perdido algo o alguien, es nuestra manera de expresar libremente como nos sentimos cuando algo o alguien ya no sigue a nuestro lado.
¿Para que necesitamos creernos fuertes en todo el tiempo? Así que, de hoy en adelante deja que tus emociones salgan libremente de ti, estar triste es la única evidencia de que somos personas que sentimos y sabemos expresar aquella cosa que nos duele.
Y es ahí donde tenemos que llenarnos de valor para seguir el curso de la vida siendo seres totalmente renovadas y con mas fuerzas de seguir y aprender de los APRENDIZAJES del ayer, porque sean cosas malas o buenas, sencillamente son APRENDIZAJES que nos regala la vida para ir a otro nivel.
De igual manera se sigue creyendo que la psicología solo trata la locura (Los psiquiatras tratan la locura, los psicólogos somos el ante sala para que no caigas en la locura).
Hemos llevado cargas que sin nosotros quererlo se han quedado por mucho tiempo con nosotros, cargas que cuestan soltar, cargas que han estado ahí y no sabemos porque.
Porque todo lo que hacemos siempre nos lleva a la necesidad de sentirnos protegidos y a gusto con nosotros mismos. ¡Debería!
La ansiedad es una emoción con cargas negativas, es la anticipación de pensamientos negativos para predecir sucesos que en muchas ocasiones nos lleva a vivir descontrolados.
El miedo es una emoción que siempre estará presente, no podemos escapar de ella, siempre nos perseguirá para protegernos y alejarnos del peligro. Identificar a qué le tememos nos permite buscar soluciones claras a la hora de lidiar con nuestros temores.
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