Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 24 segundos

Querida ansiedad, vete a la mierda (Carta para la ansiedad)

Llegaste y te instalaste en mi vida, haciéndome vivir atrapada en cosas que han dejado de suceder, a veces quiero ir al futuro, para escapar del pasado y no seguir viviendo en el presente. A veces llegas sin avisar, me haces vivir llena de inseguridades, me quedo en mi zona segura y cuando algo nuevo llega en mi vida, me llenas de miedo y no sé qué hacer. Las personas que tengo cerca de mí no entienden para nada mis cambios emocionales, me exigen que sea fuerte, que me relaje y que deje de darle tanta vuelta las cosas que en un momento me han afectado. Ojalá, fuera tan fácil como otros lo ven, es mi mente queriendo ir tan rápido como si de un cohete se tratara.

He intentado fingir que no me afectas, que puedo seguir mi vida como que nada ha pasado. Pero cuando vuelven esos pensamientos traumáticos, mi mundo se derrumba en mil pedazos. Todo me da miedo, la incertidumbre me supera. Me siento extraviada en mis pensamientos, a veces no sé con certeza que es la realidad. Me encantaría tener una bola de cristal y verme más allá de lo que hoy tanto me afecta.

Es una lucha con todo, lucho con lo que no está, con lo que quiero y con lo que tengo.  Soy yo peleando conmigo misma, soy yo exigiéndome lo que no me puedo dar. Soy yo hurgando más y más en mi pozo de inseguridades. No te elegí, para nada me hubiese gustado llevarte conmigo, pero me has enseñado puntos débiles que desconocía totalmente de mí.

Son mis miedos irracionales, haciéndose protagonistas de mi presente. Esos miedos son tatuajes en la piel y me hacen creer que nunca podré salir de esta tormenta donde solo yo, puedo salvarme.

Cada vez que me visitas creo que soy la persona más débil del universo, me paralizas por completo y me agobio por cosas que no están bajo mi control. Mi vida gracias a tu estancia en ocasiones pierde todo el sentido, a veces vienes con mucha compañía sin pedirme permiso: insomnio, inseguridades, miedos, llantos, dolores en el pecho, desesperación y sensación de soledad constante. ¡Por favor, necesito que me des un poco de respiro por un tiempo!

Llegas, me llenas de pensamientos ilógicos, de situaciones que no sé controlar. Mis conductas en ocasiones alejan a personas que no saben cómo ponerse en mi lugar, no quiero parecer que estoy llamando la atención o que no puedo controlar mi vida. A veces no tengo la menor idea de cómo llevarme bien contigo o que hacer para que no sigas presente por tanto tiempo en mi vida.

Ansiedad, ¿Qué me quieres decir? De seguro llegaste porque viste mi vida llena de vacíos emocionales y entraste para algo. De seguro tu intención no es hacerme daño o hundirme más en mi desgracia. Me encantaría que me hablarás desde la honestidad.

Cuando llegas todo parece un bucle, todo da vuelta y caigo al mismo lugar de siempre. Eres intensamente difícil de llevar, no sé que hacer contigo en muchas ocasiones. Muchos dicen que cuando llegas te quedas por mucho tiempo, que a veces desapareces pero que siempre vuelves.

No sé en qué punto me salté la clase de paciencia en la vida, porque contigo es difícil vivir en calma, es difícil soltar cosas y relajarse. Me llevas a vivir más allá de mis posibilidades, no quieres descansar conmigo en mi presente y avanzar poco a poco como lo hacen aquellos que son etiquetados como personas NORMALES.

Querida ansiedad de todo corazón, quiero enviarte a la mierda. No quiero que me llenes más de tantos miedos y pensamientos que para nada me hacen estar en paz conmigo misma. Llegas, te instalas, a veces traes contigo la nostalgia y juntos me regalan un maratón de recuerdos del ayer que se suponía que había superado.

Querida ansiedad de todo corazón, vete a la mierda, ahora quiero estar en paz, estabilidad es lo único que pido. Ahora quiero ir poco a poco responsabilizándome de las cosas que sí DEPENDEN DE MÍ. No merezco vivir agobiada o en guerra por cosas que dejaron de funcionar o por cosas que aun de seguro no van a suceder. Quiero volver a vivir un día a la vez, creer que en el mañana siempre me voy a encontrar con algo mejor, para mucho es ESPERANZA. Y qué bonito es apostar por ella en nuestra vida.

No quiero más perder cosas y personas por tu culpa. No quiero seguir alejando a aquellos que no saben cómo seguir a mi lado cuando tú te haces presente. Quiero hacer una tregua contigo, que nos llevemos bien, sé que en algunas ocasiones será normal necesitar de ti. Pero no quiero más que sigas tan presente en mi día a día.

Mientras más veo mis conductas desde que llegaste a mi vida, más convencida estoy que no necesito tenerte como huésped, entra y sal de mi vida, pero por favor no sigas haciendo tanto daño.

Te doy las gracias por llegar en muchos momentos difíciles de mi vida, me has enseñado a ver que tengo debilidades y heridas del pasado que aún no ha sido sanadas del todo. No quiero seguir tomando a pecho las cosas que ya no van a funcionar, no quiero seguir buscando culpables de cosas del pasado que de seguro pasaron para enseñarme una lección importante en mi vida.

Puedo y quiero volver a estar bien, a no preocuparme más por situaciones que no están bajo mi control. No quiero pasarme la mitad de mi vida limitándome a cosas que en realidad puedo llegar a vivir y disfrutar.

Ya no quiero más pesadillas, no quiero mas migrañas, no más sentirme irritada con todos. No quiero más ser la víctima de mis PROPIAS DECISIONES Y ACCIONES.  No más vivir en guerra conmigo, no más limitarme o creer que no soy merecedora de una vida mejor. Querida ansiedad de todo corazón, vete a la mierda.

Alexa ❤

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.