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Hablemos de las infidelidades

Nadie que inicia una relación cree que en el paquete le pueden regalar unos cuantos sufrimientos y dolores de cabeza. Pusiste a esa persona en un pedestal, nunca fuiste capaz de analizar que tipo de relación quería esa persona, nunca hablaron de que pasaría si uno de los dos decide tener una relación con otra persona estando juntos. Diste por hecho que esa persona quería lo mismo que tú y no esta mal. Pero a veces los dolores de cabeza llegan cuando damos todo por hecho. Es muy complicado hablar de infidelidad en una relación, esto tiene que ver con los valores de ambas personas. Se nos olvida que las personas somos cambiantes, que la persona que te juro amor hoy, mañana puede irse de tu vida sin importarle lo que llegó a vivir contigo. Por eso, ama desde la libertad y evita amar desde el apego. ¡Tarea difícil en algunas ocasiones!

Las traiciones siempre duelen, y por más modernos que quieran ir algunos hablando de relaciones de pareja, quien se entrega al desnudo quiere y merece recibir lo mismo que ha entregado. Una infidelidad es una traición, traición a lo que decías sentir por mí, traición a lo que hemos vivido, traición a mi entrega a tu lado. Digo que es traición porque pocas veces las infidelidades son confesadas, más bien son descubiertas.

 Tu dignidad como mujer puede perderse fácilmente cuando te enteras de que esa persona vive buscando fuera lo que dejó de intentar dentro. Tu autoestima puede caer en un segundo al piso y esto no es cuestión de ser fuerte o débiles, es cuestión de que alguien que confiabas ciegamente, jugo con tus sentimientos.

Te haces la bendita pregunta que te hunde en la tristeza ¿Qué hice mal? Siempre les digo a mis pacientes cuando me hacen esa pregunta, tú no hiciste nada malo y lo sabes. No tienes la culpa de nada y deja de condenarte por el error de otra persona. Quien te falló, también se falló a él, porque demostró que no es una persona que respeta y valora las relaciones que tiene.

Una infidelidad trae consigo una mezcla de emociones que en ocasiones o casi siempre son difíciles de controlar, esto puede llevar a la depresión, confusión, ira, rabia e incluso odio. En ocasiones las traiciones producen violencia, porque se te hace imposible ver de la misma manera a esa persona de la cual confiabas plenamente. Esa violencia no es siempre física, se convierte en violencia verbal, donde insultar y reclamar se puede convertir en un escenario de boxeo. Sabemos que la violencia no se justifica con nada, pero esas personas que han tenido que asimilar una traición de manera inconsciente lo único que buscan, es protegerse.

Muchas de las personas que no ven venir una infidelidad de parte de su pareja, suelen quedarse hundidas en la tristeza y desamor propio. Una infidelidad es el rompimiento adelantado de una relación que parecía no tener fin. Y es ahí donde tienes que evaluar tus prioridades en el amor, poner en balanza lo que quieres y te mereces. Y TENER MUY CLARO QUE TIPO DE RELACIONES Y PERSONAS QUIERES.

Tú mas que nadie lo sabes perfectamente, que el amor para nada debe doler. Ni mucho menos irse de la vida de alguien que aportaba algo de valor en nuestras vidas debería ser un infierno. ¡Qué bonito cuando desde la madurez hemos reconocido que ya no tenemos amor para darnos! Dejar ir a quien ya no quieres es el mejor acto de amor y respeto que puedes y debes hacer por esa persona que sabes que se merece alguien que la valore como tú no sabes o no quieres hacerlo.

De todo se aprende y créeme que también de una infidelidad. Aprendes a no quedarte donde no te valoran. Aprendes a no aceptar poco de lo mucho que te mereces, aprendes a amarte tú cuando otros han dejado de hacerlo. Y lo mejor de todo, aprendes a tener muy claro que tipo de relaciones en realidad quieres vivir en tu vida.

Lo más difícil es sin duda alguna querer asimilar como esa persona podía traicionar y no pensar para nada en tus sentimientos. No eres responsable de los errores de las personas que tienes cerca. ¡NO MÁS CONDENARTE POR LAS COSAS QUE OTRAS PERSONAS DECIDIERON HACER LIBREMENTE!

La única persona que no debe fallarte, eres tú. Con eso debes estar muy clara en tu vida. Quien decidió fallarte deja en evidencia que tipo de persona es, ni mala ni buena, sencillamente que tipo de persona es, tú eres la que debes ahora decidir si puedes o no estar con alguien que estando contigo se le hace difícil serte fiel. No te falles a ti porque otros lo han hecho, eres la persona que siempre estará para ti.

Las relaciones se vuelven tóxicas cuando dejamos entrar una tercera persona a algo que se suponía que era de dos. Esto automáticamente pone en peligro lo que tanto costó tener ambos estando juntos. Quizás creas que esa persona nunca te llegó a querer o que sencillamente era un egoísta, quizás tenga la razón en todo lo que creas, pero eso no te hará cambiar algo que ya ha sucedido, tu tarea es reconstruirte tú y seguir tu camino.

Como todo duelo, hay dolor y las traiciones amorosas marcan mucho un antes y un después en el tipo de relación que ahora no vamos a negociar en nuestras vidas. Después de una infidelidad solo nos queda un proceso de aprendizaje. No ganas nada con echarle la culpa a esa persona que decidió de manera libre estar con otra persona.

Sé que duele y mucho, más cuando nos han jodido nuestras exceptivas y la imagen que teníamos de esa persona. Quedarte hundida en el pasado ¿Para qué?

Dicen que en las relaciones tienen altas y bajas, de seguro una infidelidad no siempre es el final de todo. Si vas a perdonar a esa persona asegúrate que esta arrepentida del todo y tú estar sanada emocionalmente hablando. Y si ambos saben que ya no hay vuelta atrás, despídanse por lo sano y dejen espacio para personas diferentes, que quieran respetar y cuidar una relación basada desde el amor.

Nadie que haya entregado sus mejores sentimientos en una relación va a similar de la noche a la mañana que esa persona no le importó respetar lo que ambos tenían. Por eso, si conoces una persona que esta pasando por una situación de separación por una infidelidad, cuidado con esas frases baratas que usamos para consolar. “Todos los hombres son iguales” “Tranquila ya verás como eso se te va a pasar” “No es para tanto” “Hay cosas peores” “Hay más peces en el agua” “Por un hombre no se llora” dejemos de quitarle peso a las pérdidas emocionales, cuando algo duele, duele y solo el que pasa por ello puede entender su dolor. Por eso, vamos a acompañar desde el silencio cuando no tenemos nada positivo que decir.

Respeta el duelo emocional de alguien que tiene que asimilar que vivía en una burbuja de mentiras y de falta de respeto. Las personas que están pasando por esa situación lo menos que necesitan es palabras de aliento. Si no tienes nada para aportar mejor es quedarnos en silencio y buscar como ayudar a esa persona a no centrar toda su energía en esa pérdida.

Es un tema que nunca va a pasar de moda, la infidelidad desde mi punto de vista tiene que ver con los vacíos emocionales que llevamos dentro y también un acto de puro egoísmo. Creo que, si estas con alguien y no puedes respetarle por encima de todo y todos, deja en evidencia que el amor es algo que no se te da bien.  Pero también hay relaciones que esto no les afecta para nada, al final cada pareja es individual y tienen muy claro cuales son sus reglas .

¿Qué no puedes comentar sobre este tema? Quiero leerte en los comentarios.

Alexa ❤

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.