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¿Por qué duelen tanto las rupturas sentimentales?

Nunca olvidaré ese día, cuando sin anestesia previa una relación de años se fue a la mierda. En ese momento sentí que la persona que estaba a mi lado era alguien que nunca había conocido. Ver la frialdad y la inmadurez de esa persona de irse de mi vida, me hizo quedar en un estado de shock donde para nada entendía qué había pasado entre nosotros dos, para no poder despedirnos como dos personas adultas que una vez llegaron a quererse. Fue un proceso duro, quizás por otra pérdida importante que ya había en mi vida. Nadie que apuesta por una relación le pone una fecha final, creo que si estás cómodo al lado de alguien quieres seguir eligiendo a esa persona. Las rupturas nos enseñan que el juntos para siempre no existe, que hoy puedes estar muy bien al lado de alguien y mañana ambos pueden tratarse como dos desconocidos.

Ninguna relación termina de la noche a la mañana, siempre hay señales, palabras, gestos, cosas que pasamos por alto. El problema es que la otra persona tampoco era honesta con sus sentimientos y eso nos hacía no apreciar las señales perfectas para irnos a tiempo de los lugares que ya no nos querían. Con el tiempo entendí que cuando una relación termina lo mejor es agradecer y seguir nuestro camino. Alguien que decida irse, hace tiempo que lo tenía claro, ya no quería estar más a tu lado y eso debe ser respetable de nuestra parte.

Es normal que una ruptura duela, es un proyecto de vida que querías compartir con alguien. Prácticamente es comenzar de nuevo y eso a veces es un caos en todo el sentido de la palabra. No hay que quitarle peso a una ruptura y más aquellas que vivimos sin anestesia previa que nos pueden dejar hundidas en el desamor un buen rato. Son cosas de la vida, no voy a decir que pasar por algo así es del todo agradable, pero, no podemos hacer nada cuando alguien ya no quiere seguir a nuestro lado.

Como siempre digo, duele porque había amor, porque ahí querías quedarte un buen rato, porque has compartido muchas cosas bonitas con esa persona y porque una ruptura es un duelo y eso siempre duele. Todos reaccionamos de manera diferente cara a una ruptura, si tiene importancia que te duela y que ahora misma te sientas que no puedes salir de ahí. Salimos, pero hay que romperse, llorar y desesperarse en el proceso de asimilar lo que un día fue y ya no será.

Una ruptura trae una mezcla de muchas emociones que de seguro desconocías, abandono, tristeza constante, vulnerabilidad, sentimientos de inferioridad, dependencia emocional. Afrontar esa ruptura puede ser una guerra emocional con uno mismo, pero también puede ser menos dolorosa si entendemos, que el amor a veces no es para siempre con una misma persona.

Una ruptura es un proceso donde tenemos que aprender a despedirnos, dejar ir y soltar lo que un día teníamos al lado de alguien que nos llenaba de amor, compañía y felicidad.  Una ruptura nos pide cambiar hábitos en nuestras vidas y hacer cambios. Estos cambios cuando no son planificados se pueden convertir en un proceso muy caótico. En pocas palabras es aprender a comenzar de nuevo, no de 0 como creemos. Comenzar de nuevo con una misma, ilusionarse con otras cosas e incluso con otras personas. No es el fin del mundo, aunque en ese proceso nuestro mundo se detiene.

No es llamar la atención, el dolor es normal, aunque muchos no lo entiendan, incluso cuando lo vives te cuesta creer que algo emocional puede doler tanto. Es un duelo, va a doler quieras o no quieras. Es un proceso donde hay mucha tristeza, decepción e inestabilidad emocional.

Cada ruptura se vive de manera diferente, por ello no compares tu proceso con el proceso de otras personas. Esto es una transición que nos prepara para vivir el amor de manera diferente más adelante. La ruptura no es una competencia, quizás tu expareja en poco tiempo vuelva a tener otra pareja y tú sigas hundida en tu proceso. Muchas veces a aquellas personas que se van sin despedirse de nuestra vida, tenían sus sentimientos en equipaje para irse en cualquier momento.

Necesitamos un tiempo para volver a estar bien. Un tiempo donde tenemos que aprender a reconstruir nuestra vida y seguir sin esa persona. Ese tiempo te vas a necesitar y ojalá que puedas estar disponible para ti en ese proceso de dolor. Eres la única persona que se quedará a tu lado cuando los demás decidan irse.

A veces creemos que no vamos a poder salir de ahí, aunque suene muy bonito, el poder salir de ahí depende solo de nosotras. No es recomendable ponerle tiempo al dolor que hay en una ruptura, pero, si es necesario entender que nuestra vida debe seguir y que es necesario vivir un proceso que no se prolongue mucho en el tiempo. Siente, abraza, vive tu duelo, rómpete, llora todo lo que necesitas e intenta no quedarte atrapada en lo que un día fue y ya no será.

No olvides que esto requiere de tiempo y de mucha paciencia de tu parte. No será fácil poner distancia física e incluso emocional con esa persona. No es nada fácil ser amigos de alguien que hace poco era tu pareja. No te mientas queriendo tener una amistad con esa persona, ahora mismo no es el momento para que sean amigos. Debes de vivir el duelo de la ruptura.

Quedarnos enganchadas en el dolor siempre será lo más fácil. Analiza cómo va tu proceso emocional, hace cuanto tiempo fue la ruptura y qué sentimientos sigues teniendo por esa persona que una vez estuvo en tu vida. La ruptura puede poner nuestra vida en pausa por un largo tiempo, volver a vivir o ilusionarnos de nuevo con la vida, solo depende de nuestra actitud emocional.

Es de suma importancia reconocer que a veces la vida nos pide seguir sin aquellas personas que un día a nuestro lado estaban. Una ruptura puede ser una señal de que hace tiempo estábamos en lugares que no nos daban el valor y el amor que en realidad nos merecíamos. Una ruptura no es un fracaso, no has fracasado en el amor. Es un ciclo que has tenido que cerrar para poder seguir.

Y no te presiones para olvidar, nadie olvida a alguien que una vez fue parte esencial de su vida. Lo que aprendemos es a seguir sin esas personas, a dejarles en un lugar que no duela.

Los libros de psicología nos hablan de que los duelos suelen durar entre 6 meses a 2 años, eso no quiere decir que será fácil pasar por ahí. Va a depender de varios factores el poder superar de la manera más sana posible esa ruptura. Las rupturas donde hay infidelidad, sensación de abandono suelen ser un poco más difíciles de procesar.

Si llevas un buen tiempo intentando entender la ruptura sería muy bueno que buscaras la ayuda de un profesional de la salud mental que te acompañe a ver las herramientas que tienes para lidiar con ese duelo. No pasa nada por buscar ayuda emocional en algunas ocasiones a veces no podemos con todo. 

Puedes adquirir mi e-book después de la ruptura que te ayudará a entender un poco el proceso del desamor. 

Alexa ❤

Imágenes de: Adobe Stock

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.