Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 12 segundos

Carta para alguien que tiene el corazón roto

Algunas cosas en la vida hasta vivirlas no lo puedes entender del todo y eso nos pasa cuando nos vemos despidiendo sin anestesia un amor que parecía ser el ultimo de nuestras vidas.

Una vez más sales herida en el amor, esa relación que parecía ser casi perfecta llegó a su fin y lo peor es que crees que diste todo para que esa persona nunca se fuera y aun así decidió irse. Deja de sentirte culpable, puedes ser la mujer perfecta en todo, en la cama, en la casa, en la calle, entregada, sumisa, leal, fiel, y mil cualidades más, pero si coincides con alguien que emocionalmente no está disponible o no se encuentra a la altura de lo que te mereces, no importa lo que hagas, nunca serás suficiente para alguien que no quiere valorarte.

Cuando vives una decepción sentimental te quedas en shock, es imposible creer que esa relación llegó a su final, ahí comienzas a sacar todas tus inseguridades, tus vacíos emocionales y sentirte culpable por algo que se suponía que era de Dos. Con eso no podemos luchar, quien se fue sin ser echado, deséale lo mejor. Y que tenga un feliz viaje.

Ahora te sientes hundida, triste, insuficiente, poca cosa, tu autoestima te esta traicionando, crees que ya no vas a volver a encontrar alguien que valga la pena en tu vida. Deja ya de darte tantos latigazos, esos pensamientos para nada son reales, tu tarea importante ahora es cuidar de ti y sanar esa herida.

Tu corazón con la partida de esa persona se quebró en mil pedazos, te crees débil, sin fuerzas, prefieres quedarte en casa, no salir, alejarte de todos, vives llorando y crees que ese dolor será eterno. No te preocupes, te vas a recuperar, pero, necesitas sentir, drenar el alma con muchas lágrimas y liberarte poco a poco de eso que dejó de funcionar.

Crees que es ilógico ese dolor, quieres recuperarte lo más rápido posible, no sabes que hiciste mal, crees que esto es un castigo. Pero, esa persona que se fue te ayudó a descubrir cosas de ti que desconocías. Gratitud por esas relaciones que dejaron de funcionar, nos permiten ver que cosas debemos mejorar para una próxima relación.

Ahora te encuentras en guerra contigo, quizás sin querer estas a la defensiva, quieres protegerte y crees que lo mejor es no volver a enamorarte, no confiar más en nadie, te ves renunciando por completo a llamarle amor a otra persona. Esto no va a suceder, las personas que saben amar siempre están listas para reencontrarse una vez más con el amor. Pero, ahora solo te toca elegirte a ti, aprender a estar contigo, analizar tus prioridades en el amor, reconstruir nuevas expectativas, analizar cuáles son tus valores no negociables en una próxima relación. Aunque crees que este dolor te va a matar, sabes que no, solo agonizamos, no morimos del todo.

Ahora sientes que debes renunciar a esos sentimientos y no sabes como hacerlo, los sentimientos cuando están, es por algo. Se irán, no luches tanto en borrar a esa persona de la noche a la mañana, no lo vas a conseguir. La tarea es ocuparte en ti, reencontrarte, salda tus deudas emocionales, INTENTA; aceptar, asimilar y por supuesto agradecer en medio de todo. A veces las cosas dejan de funcionar porque más adelante necesitamos tener espacio para algo mucho mejor.

Ahora no puedes ver la lógica a lo que te está pasando, quizás ni lo tenga, pero hay preguntas que deberías dejar de hacerte ¿Qué me faltó? ¿Me llegó a querer? ¿Fue feliz a mi lado? ¿Le dolió la ruptura? Dejó de funcionar y eso es lo único real de tu situación.

No quiero decirte que seas fuerte, ya lo eres, lo suficiente para seguir y aceptar que esto sencillamente es un proceso donde la única persona que te puede salvar, eres tú.

Ahora estas contigo, intenta llevarte bien con la persona más importante de tu vida, la única que se quedará cuando los demás decidan irse, tú. Cuida mucho de ti durante este proceso, no te alejes y mucho menos renuncies a quererte.

Esto es un duelo y para nada es lineal, a veces te sentirás bien y otras veces no tendrás fuerzas para levantarte de la cama, vas a llorar, no estarás a gusto con tu físico, te llevarás mal contigo, no seas tu enemiga en medio de ese dolor. Al contrario, se tu aliada y abrázate muy fuerte en este proceso.

Oblígate a continuar, a no quedarte en el pozo. Oblígate a volver a ser quien siempre fuiste. Oblígate a darte siempre el valor que te mereces, a no recibir migajas, a darte la libertad y el permiso de cerrar capítulos cuando ves que te estas perdiendo en esa entrega.

Ahora, es un mal momento, es un tiempo de conectar con ese dolor y asimilar que cosas debes hacer para seguir sin esa persona. Puedes seguir sin esa persona, puedes tener una vida normal sin esa persona, pero, eso requiere tiempo, y aceptar que quien no quiere estar, tiene toda la libertad de irse.

Por favor, no retengas a nadie, no pidas que te quieran, no busques migajas de personas que no quieren darte lo que te mereces. No exijas amor, porque si lo haces te estas anulando por personas que te harán daño.

 Conozco tu dolor, se llora por todo, por quien se fue, por lo que ya no estará, por quien creíamos haber conocido, por esos planes a largo plazo que no veremos más. Por las despedidas tristes.

No todo el mundo va a entender tu dolor, es tuyo, respeta tú también tu proceso, aunque otros no quieran hacerlo. No busques que nadie te salve, Sálvate tú.

Alexa ❤

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.