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¿Cómo pasar página  cuando nos cuesta pasar página?

Hay cosas en la vida que no se superan. Aprendemos a seguir con ellas, a no darles tanta importancia. Esas heridas del pasado cicatrizaran, quizás en un día, meses o años. Al final lo único que nos queda es seguir a pesar de todo.

Muchos son los que ha tenido que pasar por situaciones difíciles de aceptar, de esas cosas inesperadas que llegan cuando menos preparado te encuentras para ellas. A la verdad el caos nunca pide permiso para entrar en nuestra vida, llega, se instala y se queda un buen rato para enseñarnos algo. Eso quiero creer, que detrás de tanto dolor hay algo que más adelante vamos a aprender.

No somos las mismas personas después de haber pasado por situaciones dolorosa, una parte de nosotros muere, pero otra también nace. Valoramos un poco mejor la vida, las personas y el cómo queremos ver de nuevo la vida.

A todos nos han hecho daño o nosotros a otros. Por inmadurez o por nuestras heridas hemos dejado cicatrices en otras personas. Conocemos lo que es el dolor emocional y como cuesta hablar de esas heridas que no se ven pero que si se sienten.

La vida a veces duele y mucho. Lo que realmente importa es que haremos luego con ese dolor, con esas decepciones, esas pérdidas, esas traiciones, ese desamor. Ahí está el punto importante para poder pasar página y ver la vida con otro sentido. Lo que sucedió en el pasado, se queda en el pasado, no podemos ir al pasado y cambiar nada. Aunque duela tanto aceptarlo, el dolor te sirve para algo. ¿Qué harás con eso que te cuesta soltar? ¿Por qué no quieres dejar ese pasado atrás? ¿Qué necesitas para pasar de página y seguir la vida?

Aléjate del victimismo

Quizás tengas la razón, otros son culpables de tus heridas. Algo pasó, tu vida se quebró en millones de pedazos y buscar culpables es más fácil que responsabilizarnos de la parte que nos toca. Yo he estado ahí, era cómodo ese lugar de hablar del daño que otros me hicieron, pero eso no me ayudaba a salir del pozo de la tristeza. Un día me cansé de amar mis heridas, de ser víctima de mi historia y decide cicatrizar, para eso tenía que aceptar la parte que me tocaba. Somos responsables de curarnos, sanar y seguir a pesar de todo.

El victimismo nos esclaviza al pasado, no nos hace ver las opciones que tenemos para darle otro sentido a lo que duele. Dentro del victimismo nos aferramos al dolor, de esto pasar al sufrimiento e incluso vivir una depresión.

Sé que no es nada fácil aceptar el dolor, no es sencillo aceptar el caos. Lidiar con la tristeza requiere mucha inteligencia emocional, cosa que a veces nos hace falta.

Para que la plenitud o la felicidad regrese a tu vida, es necesario dejarle un espacio. El dolor nos ciega y no nos permite ver que, a pesar de todo, la vida tiene sentido y podemos encontrarlo de nuevo.

Decide e intenta buscar la manera de estar bien

Renunciar al dolor no es nada fácil, no lo es. No quiero quitarle peso a tu dolor, algunas cosas en la vida requiere tiempo y ese tiempo debe ser respetable. El dolor no se irá por arte de magia. Tu vida no cambiará de la noche a la mañana sin hacer nada. Decidir soltar es reconocer que ya no queremos seguir en el victimismo, que nos merecemos más. Y que, aunque sea un proceso lento, podemos salir del pozo.

Querer estar bien es poner nuestra vida en equilibrio, reconocer que la vida son etapas y que en cada una de ellas aportan. Nos cuesta lidiar con la tristeza, abrazar el caos, nos hicieron creer que hay algo malo en la tristeza. No es así, respeta tu dolor.

Para estar bien de nuevo debes comprometerte contigo, respetando y aceptando esas heridas. Y que nadie te va a salvar, solo tú lo puedes hacerlo. Deja de esperar milagros de fuera, los demás nos acompañan, son bálsamos, pero no deben ser nuestros salvavidas emocionales.

Habla de lo que te duele, hasta que deje de doler

Aunque duela, te aburras del tema y crees que estás llamando la atención. Habla de lo que te duele, hasta que deje de doler, solo así las heridas comienzan a cicatrizar y el dolor va disminuyendo.

Lo que reprimimos nos persigue por un largo tiempo y llevándonos a no aceptar el pasado y aferrarnos a él. Habla, saca todo eso que hay dentro de ti, no cargues tanto con ese pasado. En el presente hay más oportunidades para ti, aprovéchalas.

Perdona

A ti en primer lugar, por hundirte por cosas que de seguro no dependían de ti. Perdonar libera, pero, mientras que las heridas están abiertas, cuesta bastante perdonar. No te presiones por hacerlo, sucederá, cuando te sientas libres con tu pasado. Cuando mires esas cicatrices agradecerás por ellas.  Perdonar a otros no es volver a meterlas en nuestra vida, es reconocer que todos nos equivocamos, que no somos perfectos. Si puedes vivir sin perdonar, también es aceptable, hay cosas que tardan años o toda una vida en perdonarlas.

Vive el presente, es lo único seguro que tenemos

Cambiemos la historia, dejemos de ser víctimas y vamos a darle otro sentido a nuestra vida. Deja de hundir tanto el pasado. No vamos a olvidar los lugares o las personas donde conocimos el dolor. Eso seguirá siempre con nosotros. Con el pasado doloroso sencillamente nos queda seguir, tenemos el presente, quizás nada cambie, pero podemos hacer que el dolor sea más ligero.

Una de las cosas que nos cuesta es dar las gracias cuando todo duele. Me encantaría invitarte a que, en medio de tu dolor, puedas ver que cosas o personas siguen a tu lado. Y agradece por ellos. 

¡Abrazos!

Alexa ❤

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.