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Carta para alguien que fue traicionada por quien creía que era el amor de su vida

He estado en ese lugar y son de las experiencias que no quiero repetir en mi vida. Destroza cuando una relación se va a la mierda sin anestesia previa por la inmadurez de la otra persona que no fue capaz de ser honesto contigo y sus sentimientos. Nos sentimos perdidas, hundidas y lastimadas por alguien que creíamos que sí, era el amor de nuestra vida. Tu dolor es real, no tienes que quitarle peso, no tienes que sentir vergüenza por haber pasado por una traición. Es la vida y ojalá no doliera tanto, pero duele. Y también esa experiencia que nos enseña mucho a poner en orden nuestras prioridades en el amor y hablar de las cosas que no vamos a negociar en una próxima relación.

El caos de la infidelidad pesa, en algunas ocasiones nos hace tocar fondo, porque comenzamos a llevarnos mal con nosotras mismas y no es justo que te alejes de tu amor propio por personas que no te quieren. Nadie nos preparó para este caos, pero solo nos toca sentir, conectar con esa herida, ver que podemos mejorar para una próxima relación y sobre todo entender que los demás no siempre serán tan perfectos como creíamos.

Las traiciones destrozan y cuando viene de quien creíamos que era el amor de nuestra vida, la herida es más grande y cicatrizarla es todo un proceso que requiere tiempo. Descubrir una infidelidad nos marca, estamos viendo la otra cara de la persona que creíamos conocer. Una cara que no nos gusta para nada y que cuesta asimilar. De repente no puedes seguir respetando a esa persona, te cuesta entender su poca valentía para irse de tu vida sin hacer daño. Sientes que te han destrozado en vida, una muerte emocional.

Habla de ese dolor, es la única terapia que funciona, no te presiones en nada, deja que ese caos fluya sin hundirte más de lo que ya estas. Ocúpate de ti, te vas a necesitar.

No sabes qué hacer, si quedarte, salir corriendo, perdonar o no. Tienes una mezcla de emociones donde las negativas te invaden, no estas enferma, sencillamente estás herida y puedes cometer algunas locuras. Venganza, una pérdida de tiempo, porque por más daño que le hagas a la otra persona, no va a calmar el dolor que tienes. Sabes que a veces irse es cuestión de vida o muerte, si ya lo intentaste todo y esa persona aun así quiere seguir jugando con tus sentimientos, la decisión solo esta en tus manos. No podemos cambiar al otro, no podemos exigir amor en lugares que no quieren darlo.

Las heridas de una infidelidad no se sanan de la noche a la mañana. Por ello, respeta ese dolor, respeta tus heridas y no te pongas tiempo para salir de esa etapa. Te haces muchas preguntas que te hacen daño. ¿Qué hice mal? ¿Qué me faltó? ¿Por qué esa persona no me respetó? ¿Por qué jugó de esa manera con mis sentimientos? ¿Por qué no me di cuenta de que esa persona no me quería? Deja ya de darte tantos latigazos con estas preguntas, no sirven para nada.

Sé cómo te sientes. Conozco esa sensación tan extraña cuando descubres una traición de quien era el amor de tu vida. El sentimiento de traición, pesa, muchas veces viene con culpa, vacíos, nos hace alejarnos de nuestro amor propio y compararnos. No te faltó nada y quizás no eres culpable de nada. La fidelidad es un valor, un compromiso que debes tener claro en tus relaciones. Y no todas las personas que dejes cerca de ti van a tener el mismo compromiso que tienes tú en el amor.

Tu mundo se ha derrumbado, tu proyecto de dos era solo un proyecto tuyo, la otra persona no estaba en la disponibilidad de caminar en tu misma dirección. Todo parece ser mentira, no sabes que es verdad, no crees nada de esa persona. Sus palabras ya no tienen peso y toda la confianza que le tenías se ha ido a la mierda en un segundo.

Decepción es lo que ahora sientes y hablar de eso, duele. Creíste que podías contar con la sinceridad de tu pareja, que era honesto, fiel y no era así. Te cuestionas cómo podías confiar tanto al punto de no ver venir alguna señal para no seguir ahí. ¿Quién va a tener dudas de la persona que ama y que también le muestra amor?

No sabes qué hacer con esos sentimientos, porque a pesar de tanto dolor, sigues queriendo a esa persona, te gustaría que todo fuera sencillamente una pesadilla y que todo fuera igual.  Es tu decisión seguir o irte, pero asegúrate que tomes una decisión que al final te regale paz. Es lo único que vas a necesitar después de tanto dolor. Irte es valentía, es reconocer que te mereces algo mucho mejor, que no duela, que no rompa y mucho menos que se aprovechen de tus sentimientos. Todos somos intolerantes a las traiciones, a nadie le gusta pasar por ese fuego. No te sientas mal por todo lo que hay detrás de una traición, no es algo que venga con un manual de instrucciones, no tienes que hacerlo bien o mal. Sencillamente sentir.

La infidelidad habla del tipo de persona que es tu pareja, no te castigues por las decisiones de la otra persona. No hay nada malo en ti. No es tu responsabilidad las decisiones que otros tomen. Y no tiene que ver con que te falte algo, no te engañes, sencillamente te tocó compartir tu vida al lado de alguien que no veía el amor como tú.

Todo esto te lleva a perder un poco tu dignidad. Y como duele destrozarnos por personas que siguen completas, que no se arrepienten y mucho menos son honestas con lo que dicen sentir. El amor no quita conocimiento y donde no te pueden dar lo que no quieres, no tardes en irte. La vida es muy corta para seguir creyendo que el amor duele, destruye o hace daño. Sí puedes encontrar un amor donde te den el valor y el respeto que te mereces. No te conformes con migajas de amores baratos y llenos de mentiras.

Imágenes de: Adobe Stock

Alexa ❤

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.