Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 12 segundos

Agotamiento emocional

Cuando ya no puedes más, no puedes más

Sabes lo que es el sentirte agotada, cansada, sin fuerzas y con ganas de quedarte todo el día en cama. No es nada físico, tu cuerpo no te duele, es como si estuvieras muerta y no saber como expresarlo. Desde que el caos llegó a tu vida vives en guerra contigo y con todo lo que te rodea. Algo se quebró en tu vida y desde ahí vives cada día batallando con lo que se fue y con lo que aún no llega. A veces dejas entrar a la ansiedad en tu vida, ella sabe como remover todo lo que un día te lastimó o hacerte pensar que la incertidumbre llega para hacerte daño. Y que decir de esos miedos e inseguridades que te persiguen, vuelves a sacar tu parte vulnerable, frágil y HUMANO que llevas dentro.

A veces es válido estar triste, a veces nos viene muy bien no saber hacia dónde vamos o que queremos en nuestra vida. Porque solo así podemos reinventarnos y reconstruirnos después de algunas pérdidas o decepciones. No es solo a ti, no es un castigo de la vida, nadie te esta castigando. Todos tenemos subidas y bajadas, todos nos hemos perdido y quizás hemos dejado de encontrarle sentido a la vida.

Date ese permiso de sentir, que no pasa nada por dejar que esas lágrimas salgan y te hagan sacar todo ese dolor que llevas dentro. Esa capa de superhéroe no te queda bien, deja de ir por la vida creyendo que puedes con todo. A veces no podemos con todo. A veces hay que rendirse, retroceder, soltar, dejar ir, perder, equivocarse, fallar, irse e incluso dejar de insistir con cosas que ya no van a funcionar.

Cuando el alma se agota hay que darle el permiso para que se vacié y saque todo lo que le pesa, todo lo que hiere, todo lo que ya no le es útil. Cuando tocas fondo es la evidencia de que hace tiempo tu vida estaba yendo por un camino equivocado y no te diste cuenta de ello.

A veces hay que bajarle un poco el ritmo de exigirnos tanto, vivir en guerra con nosotros y aliarse con uno mismo, porque también nos necesitamos en medio del caos. A veces nos traicionamos porque otros lo han hecho, dejamos de amarnos porque alguien dejó de hacerlo. A veces nuestras peores batallas son aquellas donde somos nuestros propios enemigos.

Cuando no puedes más, tu vida va en caída, llega la fatiga, mentalmente te sientes agotado, no sabes hacia donde vas, te sientes incapaz de tomar decisiones, no tienes ganas de seguir, no sabes como seguir.

El agotamiento emocional en muchas ocasiones llega por esas decepciones que no vimos venir. Cuando nos joden nuestras expectativas y hieren nuestro ego respeto a lo que esperábamos de otros y no supieron o pudieron darnos.

El agotamiento emocional también se presenta con esas exigencias que recibimos de los demás, cuando queremos complacer a todos y nos olvidamos de nosotros mismos. Tiene que ver con esa apariencia que siempre queremos mantener a cualquier precio para ser aceptados. No eres un robot, deja de ir por la vida con la necesidad de complacer a todos, no puedes y mucho menos deberías hacerlo.

El agotamiento emocional viene para llevarte a vivir en guerra contigo, te hace perder sueño, el insomnio entra y no te deja descansar como debes hacerlo. Por favor, deja de hacerte tanto daño.

Te sientes molesto con todo y todos, no sabes por qué. Tu alma necesita descanso, desconecta un poco y conecta contigo.

Lo único que puedes hacer para volver a estar estable emocionalmente, es DETERNETE, ESCUCHARTE, SENTIR, ACEPTAR Y SOLTAR UN POCO. No es nada fácil, lo sé. Pero te estas matando y no deberías seguir así.

Dedícate tiempo contigo, sal por ahí, respira aire nuevo. Saca a pasear tus virtudes y aprecia esos logros que has conseguido a lo largo de tu vida. Cuestiónate que quieres contigo, qué buscas, qué necesitas, hacía donde vas, qué has perdido, qué puedes cambiar y qué vas a hacer para estar en paz contigo y con todos.

No te exijas más el ser fuerte, no te pidas poder con todo. Ríndete un poco y céntrate en las cosas que solo depende de ti. A veces la vida no nos pide tanto sacrificio y lo sabes.

Vuelve a esos lugares donde eras feliz, vuelve a esos lugares donde diste lo mejor que llevabas dentro. Vuelve a conectar con aquellas personas que han servido de espejo para sacar la mejor versión que tienes. No te alejes tanto de aquellos que te llenan, que te aportan, que suman valor a tu vida.

Y si no puedes más pide ayuda, de seguro hay muchas personas que quieren avanzar contigo y no dejarte sola con esa carga. La vida nos quita cosas, personas porque necesitamos espacio para nuevas experiencias. A final todo suma y esto también esta pasando por y para algo. Ahora no lo puedes entender, no es optimismo barato, quizás la vida no tiene casualidades y todo pasa bajo un orden.

Algunos capítulos necesitan cerrarse sin nosotros estar preparados para ello, a veces la vida nos jode para salvarnos de nosotros mismos.

Humanos somos, nos podemos agotar, podemos y nos merecemos un poco de tristeza, porque a veces necesitamos muchas lágrimas para drenar el alma.

No siempre vamos a estar felices, estables y con todo bajo control. No siempre las cosas van a salir como lo hemos planificado o deseado y es ahí donde tenemos que aprender a llevarnos bien con el caos.

No eres fuerte, no eres débil, recuerda que sencillamente eres HUMANA. NO HAY QUE EXIGIRSE MÁS TENER PODERES PARA PODER VIVIR.

Aunque parece que esto no tiene fin, pasará. Tarde o temprano tendrá que pasar. Ningún dolor dura toda una vida.

Alexa ❤

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.