Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 23 segundos

Gracias por irte de mi vida

365 días han pasado desde aquella vez que tu obra de teatro llegó a su final. Ha sido para mí toda una eternidad, ha sido la oportunidad de romperme, quebrarme y dejar que la tristeza se quedara como si un huésped se tratara en mi vida, ahí estaba yo, tocando el fondo y excavando más ese maldito fondo que me regalaste con tu partida. A veces creí que era culpable de tu falta de respeto a lo que algo tú y yo teníamos, mientras mi alma se rompía por tu falta de humanidad me di cuenta de que no era necesario guardarte tanto dolor dentro de mi piel.

Gracias por destruirme emocionalmente hablando, por destruir sin piedad lo que habíamos construido a base de confianza, amor y respeto. Gracias de corazón por irte desde el dolor, dejando en evidencia que siempre estuviste como un turista a mi lado y que tarde o temprano tendría que irse sin mirar hacia atrás.

Soy la mujer que se entregó al denudo en la piel de un lobo disfrazado de oveja, me entregué a un desconocido que nunca fue capaz de quitarse la mascará y enseñarme la persona que en realidad era. Hasta la fecha sigo preguntándome en que escuela de arte te enseñaron a dramatizar tanto, como se puede mentir tanto en la vida y como se puede ser tan cruel con las personas que nunca te han hecho daño.

Fui la perfecta para caer fácilmente en tu presa, la ilusa y soñadora que creía que estaba al lado de alguien que sabia lo que en realidad quería, te aprovechaste sin piedad de mi ingenuidad, eso alimentó tu ego y te hizo quedarte para planificar sin piedad todo el daño que llegaste a hacer.

¿Cómo nunca fui capaz de ver que no me querías? Te amé tanto que mi amor por ti no me permitió ver que tú por mí no estabas en la disponibilidad de sentir absolutamente nada. Había evidencias, pero con lo ciega que estuve no fui capaz de ver como me hundía cada vez más estando a tu lado. Me anulé por ti y no fuiste capaz de detenerme sabiendo que no me querías. Egoísmo es tu verdadero nombre, solo un ser lleno de egoísmo se puede quedar al lado de alguien que no ama.

Nunca entenderé del todo como se puede llevar tanta crueldad en el alma, son de esas cosas que nunca podré asimilar en la vida. ¿Cómo se puede pagar con traición donde solo te daban amor? No lo sé, a la verdad no lo sé.

Gracias por reírte en mi cara con tus mentiras, gracias por verme destrozada, no hacer nada, no decir nada y salir de mi vida cuando tu obra de teatro llego a su final. Gracias infinita por no quedarte más a mi lado, por no seguir jugando, por dejar fingir y mostrar quien siempre fuiste. Nunca entenderé que te hice para pagarme de esa manera.  

Fingiste quererme y eso si te salió bien, me diste un lugar en la mesa de tu familia, fingiendo algo que no sentías, que asco me da ver todo lo que tuviste que mentir para sostener una obra de teatro que tarde o temprano tenía que llegar a su fin. Conocías todos mis miedos en el amor y eso te ayudó a descubrir mis puntos débiles, supiste cómo y cuándo destrozarme en mil pedazos.

Aun cuento nuestra historia y sigue doliendo, porque es difícil no llorar como niña cada vez que tengo que recordar todo el daño que hiciste cuando tenias la oportunidad de irte sin hacerlo. Pero te quedaste, como si de un juego se tratara y fuiste feliz mientras jugabas.

Tú más que nadie sabias que a mi lado tenias un lugar especial, mi bondad, mi forma de amar sin miedo te hizo seguir cerca pero distante emocionalmente hablando, confié en ti en cuerpo y el alma y a veces creo que fue uno de mis peores errores de toda mi vida. Discúlpame, pero dime ¿Qué clase monstruo te enseñó hacer tanto daño y no sentir culpa por ello?

No te odio, para nada puede llevar ese sentimiento dentro de mí, ahora solo me toca seguir mi vida sin ti y créeme que es lo mejor que puedo hacer por mí, porque ni amarte, ni odiarte ya puedo hacer por ti. Ahora eres un extraño, de esos que no sabes como dejaste que se quedaran cerca por tanto tiempo.

Quizás solo fui alguien con quien querías jugar, divertirte y pasar el rato, pero alguien a quien querías amar, nunca lo fui. No te culpo, cualquiera con el corazón tan vació como el tuyo se quedaría donde le dieran el valor y el respeto que te di sin merecerlo.

No perdí nada que no pueda recuperar, pero cuando el tiempo pase, ya me contarás donde encontrarás lo que te di sin nada a cambio. Tú más que nadie eres consciente que el amor no es hacer daño. Tu ego te supera y algún día tendrás que ser responsable de toda la maldad que llevas en el alma.

No soy la culpable de tu falta de respeto, no soy la culpable de tu falta de amor propio, no soy la culpable de tus vacíos emocionales, solo te digo que dejes de jugar tanto con los demás, algún día encontrarás a alguien que será más verdugo que tú y créeme que no podrás sobre vivir a tanto dolor.

Gracias por enseñarme tanto, por abrirme los ojos cuando llevaba una venda que tú mismo pusiste con tus mentiras. No te deseo nada malo, solo quiero darte las gracias por enseñarme con dolor lo que no merezco en una próxima relación.

Gracias por irte de mi vida, por enseñarme a quererme como tú no fuiste capaz de hacerlo, gracias por hacerme más fuerte, más decidida y más valiente para quedarme donde en realidad merecen tenerme.

¡Gracias por irte del todo de mi vida!

Alexa

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.