Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 23 segundos

Carta para alguien que cree que no va a superar una relación que dejó de funcionar

Te vas a recuperar, vas a sanar y verás la luz al final de esta oscuridad llamada desamor. Pero, antes de eso, vas a necesitar romperte, desesperarte y perderte en este proceso que parece ser eterno y no lo es. Ahora mismo te sientes perdida, la sensación de abandono está presente y sobre el amor no quieres saber nada. Te sientes insuficiente, tu autoestima se ha ido de paseo y por más que quieras estar bien, no puedes. Y es que, aunque quisieras, ahora mismo no puedes estar “bien” porque toca sentir, llorar, conectar contigo y ver que puedes aprender de todo esto.

Recuperar de una ruptura a veces puede parecer que estamos perdiendo la cabeza. Aceptar todo lo que no volveremos a hacer con esa persona, duele, todo lo que queríamos construir con esa persona y que ahora solo se quedará en deseo, nos destruye emocionalmente hablando. Porque a veces duele también toda la vida que nos habíamos imaginado al lado de alguien que ahora no sigue a nuestro lado.

Muchos te piden que seas fuerte, que con el tiempo todo volverá a estar bien. Lo que muchos no saben, es como te duele verte tan rota y no tener fuerzas para seguir. Ahora en medio de tanta tristeza te desconoces por completo, no eres tú y no sabes que hacer para volver a estar bien contigo. No olvides que eres la única persona que se quedará cuando los demás decidan irse, por ello, a pesar de lo duro que puede ser esto, no dejes de cuidar de ti.

Las rupturas duelen y mucho, un dolor emocional que no vemos, pero que nos puede consumir hasta la locura si no nos ocupamos de él. Detrás de esa decepción hay un mensaje, detrás de esa incapacidad de soltar hay miedo a lo desconocido.  Y lo siento, no deberíamos pasar por esto, nadie debería sentirse insuficiente por una relación que dejó de funcionar. Aquí sencillamente se trata de entender que el amor a veces no es suficiente, que no podemos obligar a nadie para que nos quiera. Cuando alguien decide irse de tu vida porque ya no te quiere, agradécele el favor que te hace. Te está regalando libertad para que te quieran bien en otros lugares.

No olvides que mereces quedarte donde quieran y puedan quererte, de lo contrario sigue tu camino y ponte a salvo.

La desesperación por sanar nos hunde mucho más en nuestro dolor. Lo sé, quieres escapar de ahí, te cuesta gestionar algunos pensamientos y sentimientos. Y qué decir de algunas emociones que son intensas de sentir. Esto es un proceso, uno que puede ser largo si lo mides en tiempo cronológico. Pero, cuando se trata de reconstruirnos y reaprender nuestra forma de amar y hacerlo de la forma más sana posible, lo mejor es no medir el tiempo.

Recuperarse no es lineal, y en los primeros meses antes de esas fechas especiales vas a tener muchas recaídas. Por ello, sé lo más paciente que puedas contigo. Lo curioso del desamor es que creemos que no podemos vivir sin esa persona, cuando naciste y tuviste una vida plena y seguro feliz antes de esa relación. Sin esa persona puedes seguir, ser feliz y estar bien. Ahora lo ves imposible, pero, es algo tan seguro como el aire que respiramos.

No te preocupes en recuperarte u olvidar todo lo que viviste al lado de esa persona. Tu mayor preocupación debería ser, como ser tu prioridad en medio de tanto dolor. Cuidarte, mimarte, quererte, estar ahí para ti a pesar de la sensación de soledad que te acompaña.

A lo largo de nuestra vida quizás nos toque despedirnos de muchas personas. Algunas relaciones serán el mejor espejo para mirar cómo es nuestra forma de amar y sobre todo quienes somos cuando otros deciden dejar de querernos. Y aunque la ira, el odio, la rabia son emociones que nos acompañan cuando creemos que algunas personas no estuvieron a la altura de todo lo que le habíamos ofrecido, mira eso como un regalo que merece tu agradecimiento.

Estarás bien, te lo juro, porque estuve ahí. Toqué fondo por una relación que dejó de funcionar, lloré noches largas por un amor que dolió lo suficiente para nunca olvidar lo que en realidad me merezco al lado de alguien. El desamor te enseña las carencias que tienes en el amor. Y te ayuda a aprender a responsabilizarte más de ti. Puedes utilizar esto como algo para reconstruir la relación que tienes contigo o lo puedes usar para acudir a la victimización por todas esas relaciones que no han funcionado en tu vida.

Intenta cuidar de ti y hacerlo de la mejor manera posible en medio de tanto dolor. Intenta respetar tu proceso, ser bondadosa contigo y sobre todo no culparte por eso que dejó de funcionar. Hiciste lo mejor que creías que podías hacer, no te castigues.

Superar no es milagroso y mucho menos de la noche a la mañana. Tomarás tu tiempo, ni mucho ni poco, tu tiempo, el que necesites. Es una historia que ha terminado, pero no es tu vida.

Mereces volver a sonreír, mereces sentirte segura, mereces sentirte valiosa estando sin pareja. Mereces no olvidar que eres suficiente. Mereces amor, quizás de una manera diferente y la vida te está gritando que ahí no es. Y con el tiempo, solo con el tiempo podrás entender porque eran necesarios algunos finales. A veces las cosas no suceden por casualidad, a veces es necesario hacer limpieza y espacio para otras historias que nos tocará vivir más adelante.

Ahora en medio de todo esto, no olvides que las etapas tienen fecha de caducidad. Esto pasará, no es cuestión de tiempo, es cuestión de sentir y hacerlo de la mejor manera, incluso si duele hacerlo.

Estarás bien, el tiempo te lo va a confirmar.

Este dolor no es para destruirte, de él algo podrás aprender.

Puedes seguir sin esa persona, intenta descubrir cómo lo puedes hacer.

Te mereces que te quieran bien.

Volverás a estar en paz contigo.

Alexa ❤

Imágenes de: Adobe Stock

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.