Damos lo que tenemos para dar, nadie que ama de verdad, lo hace a medias. Pero algo que me tocó aprender es que puedes dar todo lo que quieras, pero, nunca te olvides de ti en esa entrega.
Espacio seguro para sanar, crecer, amar y vincularte con los demás desde un lugar más sano
Espacio seguro para sanar, crecer, amar y vincularte con los demás desde un lugar más sano
Damos lo que tenemos para dar, nadie que ama de verdad, lo hace a medias. Pero algo que me tocó aprender es que puedes dar todo lo que quieras, pero, nunca te olvides de ti en esa entrega.
Es incómodo escaparnos de ellas. Tenemos expectativas de nuestra vida; nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestros padres, es como si eso dependiera por completo de nuestra verdadera felicidad.
Pero también tenia mucho miedo, mucho miedo a como iba a ser las próximas navidades, el como iba a vivir sola, el como iba a intentar algo nuevo con otra persona.
Dormía con mi enemigo y no lo sabía. Deseé morirme, mi dignidad como mujer se había ido al suelo. Me quedé frustrada, hasta la fecha creo que solo fui un juguete en su vida. No quería seguir viviendo, no quería despertar y seguir teniendo ese dolor tan fuerte en el pecho.
Son cambios, etapas, situaciones que tendremos que confrontar incluso cuando menos estemos preparados. Es la vida, nos enseña en medio del dolor lo listo que estamos para avanzar cuando más rotos creemos encontrarnos.
Confrontar que alguien que amaba ya no seguía con nosotros me hacía sentir sensaciones extrañas que nunca imagine sentir. Nunca había perdido alguien tan cercano en mi vida y mucho menos a alguien a quien tanto amaba y seguiré amando a pesar que físicamente no esté presente.
Me necesitaba entera, incluso cuando mas rota me encontraba, necesitaba estar completa si en realidad necesitaba estar en paz con otros. Es que no le puedo dar a otros lo que yo no tengo, no puedo compartir desde mis carencias emocionales con otros, porque eso me llevará a hacerle daño a los demás y es algo que no quiero hacer en esta vida, lastimar a las personas que quiero conmigo.
No somos mas fuertes por ocultar lo que sentimos, creo que ahí es donde claramente podemos conocer más a las personas, cuando no les pesa mostrarse tal como son.
La peor guerra que podemos vivir es aquella cuando no tenemos paz con nosotros mismos.
Y más que disfrutar lo bonito que nos regala la vida es también de inteligentes emocionales el INTENTAR buscarle un aprendizaje a las cosas negativas que no sabemos controlar en nuestras vidas.
You cannot copy content of this page