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¿Quién nos enseñó a tener conversaciones incómodas?

¿Cómo se inicia una conversación donde solo pensarlo la ansiedad se instala?

Las conversaciones incómodas son desagradables, por eso llevan el nombre que llevan, conversaciones incómodas. Tienes que sentarte con tu pareja y expresar cosas que ya no puedes y mucho menos quieres seguir soportando en la relación. Pero también sabes que lo que quieres decir puede llegar a lastimar a tu pareja o fracturar más la relación.

A veces evitamos esa conversación porque no queremos empeorar la situación. No queremos sentir que la relación se hunde o que nuestra pareja se sienta criticada o humillada con nuestras palabras.

Quizás vienes con un cúmulo de quejas que ya no puedes ocultar. A lo mejor llevas tiempo viendo una actitud de tu pareja que no encaja con la persona que antes creías conocer. Y qué decir, sientes una desconexión con tu pareja qué necesitas mejorar. Y algo dentro de ti te pide hablar, es una necesidad que va creciendo, entre más tiempo pasa, más incómoda te sientes en la relación.

A todos los seres humanos nos cuesta tener conversaciones incómodas, tú no eres la única. Pero, esas conversaciones son necesarias, para seguir, para poner punto final a la relación e incluso para ver si esa persona es consciente de las cosas que hace o deja de hacer a tu lado.

¿Cuándo fue la última vez que tuviste una conversación incómoda con tu pareja?

Si nunca has tenido una conversación desagradable con tu pareja, es normal que tengas miedo, que la ansiedad se instale y que evites poner sobre la mesa las cosas que ya no te gustan de la relación, de la pareja e incluso de cómo te sientes al lado de esa persona.  

Pero, si en otras ocasiones al hablar con tu pareja recibiste un castigo con su silencio; tu pareja comenzó a defenderse, saliste lastimada, frustrada y decepcionada con la reacción de esa persona, tener conversaciones incómodas con tu pareja, para ti significa ir a la guerra y salir lastimada.

Tenemos conversaciones incómodas para mejorar la relación

Lo digo en consulta, lo más fácil es terminar la relación y no pedir nada, no corregir a la pareja y no expresar cómo nos sentimos. Pero, como hay amor, cariño y queremos seguir con esa persona, las conversaciones incómodas nos empujan a reparar y no tirar la relación.

Tú y tu pareja NECESITAN tener conversaciones incómodas. Y van a tener ese tipo de conversación en muchas ocasiones. 

No vas a poder evitar siempre tener esa conversación, por más desagradable que sea, vas a tener que sentarte con tu pareja y expresarle como te sientes en algunas ocasiones.

Quizás necesitas hablar sobre lo mal que te sientes cuando tu pareja dice un comentario fuera de lugar sobre tu físico.

Quizás necesitas establecer nuevos acuerdos con tu pareja sobre cómo van a administrar la economía en la relación, porque su forma de relacionarse con el dinero te está afectando.

Quizás sientes que la relación no avanza y que tu pareja se ha relajado, no es detallista como antes, no toma la iniciativa para nada. 

Tienes tus razones para tener esa conversación. Y esas razones hablan de tus necesidades de cosas que no deberías pasar por alto. Hazte caso.

¿Por qué nos cuesta tanto tener esa conversación incómoda?

Sentimos que haremos daño.

Creemos que nos harán daño.

Suponemos que la otra persona se puede molestar tanto que va a dejar la relación, dígase miedo al abandono.

Evitamos tener un conflicto. A nadie le gusta estar en un conflicto constante con la persona que ama.

El miedo a que la relación va a cambiar. E incluso nos imaginamos que la pareja nos dará un trato diferente.

Nos queremos proteger, no queremos pasar por la misma situación estresante que hemos vivido en otros lugares e incluso con nuestra pareja.

No queremos discutir, porque discutir con la pareja siempre genera ansiedad, frustración y un malestar que tarda tiempo en irse de tu cuerpo.

¿Qué hacer si no sé cómo tener esa conversación?

Conoces a tu pareja, sueles pasar tiempo con esa persona. No deberías tener miedo a cómo va a reaccionar tu pareja por decirle algo incómodo. 

Si tu intención no es hacer daño, juzgar, castigar o criticar a tu pareja ¿Cuál es el miedo?

Tienes derecho a sentir miedo e incluso no querer hacerle daño a tu pareja. Pero, en una relación necesitas tener la libertad de hablar de cosas incómodas y seguir sintiendo que te aman y que te respetan. 

Las conversaciones incómodas cuando no se pueden poner sobre la mesa, habla de cómo es la comunicación en ese lugar. Dígase, cuando estamos construyendo una relación sana, sabemos ambos que tener espacio para las conversaciones incómodas es algo necesario para que lo nuestro funcione.

Nadie sabe con exactitud cómo comenzar una conversación incómoda con alguien que tanto quiere. Lo que necesitamos tener claro es la intención que tenemos a la hora de expresarnos. ¿Por qué y para que necesito tener esa conversación?

¿Qué es lo que quiero expresar? ¿Para qué? ¿Cuál es el peor escenario al que se puede trasladar mi cabeza? ¿Cuál es el mejor escenario que puedo imaginarme cuando diga todo lo que me duele o ya no puedo sostener en mi relación?

Lo que puedes hacer es ir preparando el terreno, por favor, no tengas conversaciones incómodas con tu pareja cuando esa persona llega de trabajar. Lo sé, quizás sientes que es el único momento viable para tener esa conversación. Tu pareja necesita estar receptiva para procesar todo lo negativo o incómodo que quieres decirle.

Necesitas:

·         Tener esa conversación para mejorar tu relación.  Tanto si es para quejarte o corregir a tu pareja, necesitas decirle a esa persona cómo crees que podrían ser las cosas. Ejemplo: cariño no me siento cómoda cuando tomas decisiones sin decirme nada, eso me hace sentir poco valorada. Me gustaría: que antes de tomar una decisión puedas contar conmigo y me hagas sentir parte de. De esa manera siento que somos equipo.

Intenta no repetir por favor: “tú haces” “tú no haces” “tú siempre” 

·         Evitar ir con la intención de castigar a tu pareja, a veces usamos esa conversación incómoda para castigar, amenazar y alejar a esa persona de la relación. 

Cuidado con tus palabras.

·         Escucha a tu pareja. Pídele su opinión sobre cómo se ha sentido al escuchar todo lo que necesitaste decirle.

Esto te puede ayudar

Escribe una carta con la intención de descargar todo lo que te cuesta decirle a tu pareja. Imagínate que esa carta es para liberarte y quitar ese peso que tanto te pesa. Luego de escribir la carta, intenta leerla de manera consciente. Pregúntate ¿Alguna palabra que he dejado en este papel, le puede llegar a hacer daño a mi pareja? ¿Qué otra manera puedo comunicar lo que me duele y no hacer daño?

Utiliza la técnica de la silla vacía: pon una silla vacía frente de ti. En esa silla imagina que tienes a tu pareja a tu lado. Comienza a sacar todo. ¿Cómo te sientes al desahogarte? ¿Qué emociones suelen repetirse? ¿Cuál es el tono que utilizaste en esa conversación con esa silla? ¿Te gustaría que tu pareja te hablara de esa misma manera? 

Ten esa conversación de la misma manera que te gustaría ser tratada y cuidada. 

Pegúntate

¿Para qué quiero tener una conversación incómoda con tu pareja?

¿Qué es lo que quieres conseguir a la hora de expresar todo lo que te duele?

¿Qué necesitas hablar, qué es lo que te duele?

¿Qué pasa si tu pareja no ve ese malestar de la misma manera?

¿Cómo quieres ser validada?  

¿Cómo quieres ser escuchada? 

¿Qué es lo peor que puede llegar a suceder a la hora de expresar tu malestar?

Alexa Dacier

Te veo en consulta /Agenda abierta

Psicóloga/ Terapeuta sexual y de pareja

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.