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Decidir en 7 pasos.

´´ El no hacer  ya es una decisión´´

Hola de nuevo, hoy quiero hablar de un tema que nos toca afrontar todo los días.   A pesar de su supuesta trivialidad es un tema sumamente importante. Puesto que todo lo que hacemos y dejamos de hacer está mezclado con una toma de decisiones.

Antes de entrar en el desarrollo del tema quiero que te preguntes:

¿Qué decisiones te tocan hacer todos los días?

¿Qué tipo de decisiones de manera directa e indirecta te toca enfrentar?

¿Qué tipo de decisiones tienes tiempo intentando huir?

¿Qué necesitas tener presente a la hora de tomar algunas decisiones en tu vida?

Me ha tocado hablar con personas que han vivido en un laberinto de inseguridades por algunas decisiones que les ha tocado asumir en sus vidas. Como psicóloga, dentro de mi etiqueta profesional no se me permite dar consejos y si no lo sabias ya lo sabes. Los psicólogos no aconsejamos ni decimos a los demás lo que deben hacer. Sencillamente les acompañamos a poder aclarar aquellas dudas que tienen y enseñarles las herramientas que poseen y que por alguna razón x no las pueden ver.

Tomar decisiones no siempre resulta ser una tarea fácil. Muchas veces decidir es dejar ir cosas o personas de nuestro lado y a nuestra humanidad no le gusta o aún no acepta las perdidas. Nos gusta ganar y tener más y más.

¿Qué le podemos hacer?

Decidir es enfrentar cosas y asumir cambios.

Y muchas veces no estamos listos para asumir los cambios que nos trae la vida, o eso es lo que creemos en el momento por el simple hecho de estar cómodos en nuestra burbuja.

La idea que debemos tener presente es que nada en la vida surge porque sí. El cambio en la vida se produce mediante aquellas cosas que hacemos. No es cuestión de casualidad, ni aquellas cosas buenas o malas que hacemos. Todo en nuestra vida cambia debido a las decisiones que hacemos de manera consciente e inconsciente.

Nuestra vida cambia cuando hemos reconocido que algunas cosas ,por dolor o motivación de la vida ,nos llevan a afrontar la tarea de tomar decisiones. Esas decisiones se convierten en el motor necesario para darle la acción necesaria que hace tiempo nuestra vida ha estado esperando.

Siempre debemos tener presente que muchas veces no asumimos algunas decisiones en nuestras vidas por el simple hecho de tener un enemigo motor en nuestras vidas: el miedo.

Un enemigo que nos limita y no nos permite ver con ojos de determinación aquellas cosas que queremos hacer y que con un solo paso podemos lograrlo (un paso que tendrá que repetirse varias veces hasta lograr lo que queramos lograr).

Y la pregunta mágica es: ¿Qué te motiva en las tomas de tus decisiones?

Nos guiamos por motivación, es el impulso necesario para darle acción a aquellas decisiones que muchas veces nos cuestan tomar.

¿Tomar decisiones qué es? 

Es el proceso en el cual realizamos elecciones partiendo de las opciones que tenemos o la manera que asumimos para solucionar algunos conflictos en nuestras vidas. Decidir es: elegir o determinar las mejores opciones que tenemos a la hora de resolver un problema en nuestras vidas.

Ahora veremos 7 pasos a tener en cuenta a la hora de tomar algunas decisiones en nuestras vidas.

Aquí vamos:

  1. Prioridades y necesidades + caprichos:      

Para saber que decisiones tomar en nuestras vidas es importante diferenciar; prioridades, necesidades y caprichos.

Prioridades: es todo aquello que emocionalmente o materialmente no puedes negociar en tu vida; trabajo, salud, familia, amigos, pareja, hijos y etc.

Necesidades: todos tenemos necesidades en nuestras vidas y estas necesidades cada día se hacen mayores a lo largo de nuestro crecimiento en esta tierra. Necesidad es todo aquello que necesitas para completar algo en tu vida, sea emocional o física.

Caprichos: tendemos a confundir necesidad y prioridades con caprichos. Capricho es aquella idea o propósito que formamos sin razón aparente.

  1. Identificar las limitaciones: 

Limitaciones son aquellas barreras que muchas veces no nos permiten a nosotros dar el siguiente paso que necesitamos para obtener aquello que tanto buscamos.

Limitaciones o barreras siempre tendremos en el curso de nuestras vidas, estas limitaciones en ocasiones son las fuerzas que necesitamos para demostrarnos a nosotros mismos que sí podemos acceder a aquello que vemos como imposible.

A la hora de tomar una decisión en tu vida debes identificar cuales limitaciones te rodean en las tomas de tus decisiones.

  1. El por qué y para qué: 

El por qué y para qué, deben ser siempre los motores que te ayuden a dar ese paso que tanto quieres dar.

Debemos ser conscientes de por qué buscamos aquellas cosas que tanto buscamos, y luego de tener esto en nuestras manos  saber identificar para qué nos puede ayudar lo que hemos logrado. O de qué manera podemos ayudar a los demás con aquello que hemos alcanzado.

  1. Aprendizajes, no pérdidas. 

Muchas veces nos limitamos en tomar algunas decisiones en nuestras vidas, por el solo hecho de adelantarnos a los acontecimientos de creer que las cosas no nos irán bien.

Las pérdidas muchas veces nos sirven como aprendizajes y es una tarea que nos toca aprender en esos momentos que creemos que las cosas no tienen sentido.

De todo se aprende y aprender de los errores en una enseñanza que debemos tener presente a la hora de tomar cualquier decisión en nuestras vidas.

Hay que arriesgarse y asumir las consecuencias que nos trae la vida.

Si estás dispuesto a ganar debes tener disposición también para perder (Aprender).

  1. Identificar las opciones que tienes: 

Las limitaciones que tenemos a la hora de asumir algunas decisiones en nuestras vidas  casi siempre se convierten en aprendizajes, y estos aprendizajes nos ayudan a poder cambiar la jugada después de haber tomado una mala decisión en nuestras vidas.

Decidir es escoger y escogemos porque siempre tenemos opciones a tener en cuenta.

Sí o no, el gran dilema que tenemos en nuestras vidas. Pero detrás de un sí se esconden razones suficientes para no escoger el no o viceversa.

A la hora de identificar las opciones que tenemos en nuestra toma de decisiones tenemos que tener presente que esas opciones no pongan en juego nuestros valores o creencias.

  1. Desconectarse de todo y tomar las decisiones sin nada de presión. 

Antes de asumir algunas decisiones en nuestras vidas es necesario dejar las presiones que muchas veces tenemos a la hora de decidir algo.

Algunas decisiones cambian para bien nuestras vidas,  otras en cambio no para muy bien.

Hay decisiones que necesitan ser evaluadas y consultadas con otras personas. Cuando las decisiones a tomar afecten a tu vida emocional debes de tratar de desconectarte  de las presiones externas y buscar siempre las mejores opciones que te puedes regalar a ti mismo.

Tu vida te pertenece a ti de esa misma manera tus decisiones no deben ser tomadas al azar.

  1. Plan de acción:

Lograr o modificar algo en nosotros nos llena de alegría y satisfacción.  Esta satisfacción no siempre se queda por mucho tiempo  en nuestras vidas. Por eso, es necesario tener un plan de acción para aquellas cosas que podemos cambiar.

Tu vida si lo miras desde la mirada del ayer ha pasado por muchos procesos y seguirá pasando por más procesos. Es nuestra naturaleza, cada día nos toca la tarea de asumir nuevos retos en la vida.

Un plan de acción es aquello que quieres de aquí en adelante después de haber obtenido un resultado mediante alguna decisión.

A diario nos vemos con la tarea de tomar decisiones en nuestras vidas. Date la oportunidad de evaluar cada decisión que te toca asumir. La vida pasa de manera rápida y lenta. Para algunas personas como tú y yo, que nos gusta darle color vida a nuestras emociones, la vida nos trae aprendizaje. Y estos aprendizajes siempre  nos llevarán a tener en cuenta sobre que decisiones debemos tomar para darle calidad de vida a nuestro vivir.

¡Saludos!

¡Seguimos!



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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.