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Ruptura y soledad

Es normal sentir soledad extrema luego de una ruptura. Aunque sea un poco devastador, en ese dolor podemos encontrar la cura para seguir y volver a reconstruir nuestra vida. Sí, así como lo lees, aunque te parezca imposible, la soledad después de la ruptura es aprender a estar con uno mismo. Sirve para vernos cara a cara con algunas carencias emocionales que tenemos y responsabilizarnos de nosotros, nadie te va a cuidar mejor que tú y cuando un amor termina, solo nos queda cuidarnos un poco más.

La soledad no es siempre bienvenida en algunas ocasiones, todo depende en qué etapa nos encontremos para poder aceptarla. Para algunas personas la soledad es un vacío que a veces creemos que solo se puede saciar con otra relación. Ojito: nadie tiene que venir a llenarte. Nadie te hará feliz si tú no sabes hacerlo.

En la soledad hay dolor, pero es un dolor que nos muestra las deudas emocionales que tenemos con nosotros. El aprendizaje que tenemos pendientes por aplicar en nuestra vida. Y qué cambios necesitamos hacer de manera urgente. Es una oportunidad para hacer cambios y esos cambios siempre serán positivos si vemos las cosas desde otra perspectiva.

Separarse no es el fin del mundo, eso lo sabemos, pero cuando esa ruptura llega desde una traición, mentiras, decepciones o falta de respeto de quien teníamos cerca, vivir la soledad puede ser algo muy traumático. Tienes que evaluar cómo te llevas contigo antes de esa relación, ese es el punto importante para que puedas ver porque ahora te cuesta tanto aceptar la soledad como una etapa más de la vida.

Aunque no lo creas, una de las causas por las cuales nos cuesta tanto lidiar con el caos de la soledad, tiene que ver, porque nunca hemos aprendido a estar bien con uno mismo. Hemos buscado ser feliz con cosas o personas y cuando la vida nos da la oportunidad de estar con nosotros, sin nadie cerca, no sabemos qué hacer. Huimos, porque nunca habíamos tenido una relación estable con nosotros mismos.

La soledad que sentimos por esa persona que se fue de nuestra vida, puede ser intensa, demoledor, con mucha tristeza e incluso podemos tener muchos cuestionamientos que nos hunden más y no darnos el paso de procesar el duelo.

Con el tiempo entenderás que las relaciones que llegan a su fin, eran evidencia de algo no estaba bien como creíamos. Solo se termina aquellas cosas que merecen un final. Quizás había muchas señales para no seguir ahí, pero, aun así, seguías. En tema de relaciones, nada es casualidad, y con mucho tiempo lo podrás entender.

Es impresionante que, en medio de tanto dolor, sabemos que, aunque la ruptura nos duela, lo mejor es estar así. Es como si una voz te dijera, te mereces algo mejor. En medio de esa soledad te quieres apartar de todos, te sientes desprotegida, nadie entiende en realidad como te sientes ahora mismo. Tu dolor es personal, nadie se va a poner en tu lugar. A la vez también quieres que esto pase lo más rápido posible porque duele mucho, pesa mucho y no sabes cómo lidiar en realidad con él.

La soledad es un estado que no solo se vive después de la ruptura, muchas personas dentro de una relación han sentido que no estaban acompañados de quien tenían cerca. Muchas personas emocionalmente nunca estuvieron cerca de su pareja, por ello, sienten liberación cuando llega la ruptura.  Esta soledad dentro de la pareja puede llevar a la ira, la frustración, resentimiento, sensación de abandono, miedo a no volver a encontrar pareja.

Si fuiste la que han dejado, analiza cómo estaba tu pareja a tu lado. Ahí puedes encontrar mucha respuesta y darte cuenta de que hace tiempo las cosas no estaban funcionando.

Etapas de la soledad

La soledad después de la ruptura tiene algunas etapas que es bueno poder identificarlas y saber en qué etapa nos encontramos, si estamos avanzado, en el mismo lugar o retrocediendo.

Soledad y aislamiento

En una de las etapas se encuentra la retirada, nos alejamos de los demás, queremos vivir en silencio la ruptura, creemos que nadie nos entiende o comprende.

Autocompasión

Tenemos la esperanza de que alguien nos ayuda, nos salve o sientan lástima por nosotros.

Soledad silenciosa

 No queremos hablar más del tema y mucho menos que la expareja tenga conocimiento de cómo nos sentimos. Hay un dolor presente, pero preferimos vivir en silencio nuestro duelo.

La soledad después de la ruptura es un paso para estar bien con uno mismo. Lograrás estar bien contigo misma, cuando reconozca que eres responsable de tu vida en todo el sentido de la palabra. Un tiempo de soledad nos ayuda a reflexionar, crecer, cultivar nuestro ser interior para una próxima relación. O sencillamente estar bien para uno mismo.

La salud mental es aprender a tener equilibrio entre estar solos o acompañados.

Con la ruptura creemos que podíamos regresar al pasado, cambiar algo. Ese querer ir al pasado, nos hace creer que somos incapaces de tener un futuro diferente. Quizás tu vida está ahora en pausa por esa ruptura, pero si puedes salir de ahí.

No olvides que la soledad después de la ruptura es un paso, para:

·        Tomarse un tiempo para ti misma.

·        Conectar con tus sueños pendientes.

·        Cultivar una relación sana y estable contigo.

·        Ocuparte y aprender a responsabilizarte de ti en todo el sentido de la palabra.

·        Poder reconocer que la soledad no es un enemigo, más bien un aliado para descubrirnos un poco más.

·        Aprovechar el tiempo que ahora tienes para ti, para que vuelvas a ser tu prioridad.

·        Aprender a ser felices sin la compañía de nadie.

·        Es reconocer que la soledad no es una enfermedad y que nuestra vida no pierde valor, por no tener una pareja.

Alexa ❤

Imágenes: Adobe Stock

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.