Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 24 segundos

Aprende a quedarte contigo, antes de entrar en una nueva relación (Carta) 

Aunque a veces quieras huir de tu soledad, quédate contigo.

Antes de llamarle de nuevo amor a un extraño, aprende a estar bien contigo. Aunque no sabes cómo disfrutar de tu presencia, elegirte, amarte, no olvides que eres la única persona que se quedará cuando los demás decidan irse de tu vida. Quedarte contigo es un regalo de amor propio que harás por ti en muchas ocasiones de tu vida.

Por respeto a tus heridas, historias de relaciones que no funcionaron, quédate contigo. No hay nada malo en quedarse con uno mismo, claro, entenderlo es un proceso y a veces no podemos o queremos estar a solas con quienes somos. El punto importante es respetarte en medio de esa soledad que a veces te cuesta aceptar.

Le tenemos miedo a la soledad, recuerdo esa sensación extraña que sentí, cuando una ruptura inesperada tocó la puerta de mi vida. Amo la soledad, pero, no es lo mismo elegir a que ella se instale sin pedir permiso. Y esa soledad que no has planificado se convierte en un caos, ese caos que se vuelve intenso, oscuro y difícil de gestionar en algunas ocasiones. La soledad no es peligrosa, pero, si le vemos como un enemigo se puede convertir en caos que cuesta gestionar en muchas ocasiones.

A lo largo de tu vida, estarás acompañada y aun así te sentirás sola, porque la soledad no siempre tiene que ver con estar acompañadas, más bien con el vínculo que tenemos con uno mismo. Por ello, trabaja a nivel emocional en ti, trabaja en conocerte, quererte, aceptarte, lidiar con tus sombras, pero sobre todo encontrarte con tus virtudes. Sé esa persona que dejarías entrar en tu vida. Sé esa relación que aceptarías sin dudar. Sé el espejo de ese amor que vives buscando o esperando que llegue a tu vida.

Mientras más huyas de la soledad más encuentros tendrás con ella. Ahora que la vida te ha hecho un regalo, quédate contigo y disfruta de ti. Sal más contigo, realiza más planes contigo. Ve al cine, viaja sola, queda con nuevas personas sin la intención de buscar el amor. Ten un grupo de apoyo, refúgiate y compártelo con otras personas.

Elegí mejor en el amor, cuando no estaba esperando que alguien llegara a mi vida para llenar cosas, más bien para compartir lo que ambos teníamos siendo ya dos seres completos. Solo así, elegimos cuidadosamente y con recelos a las personas que dejamos entrar en nuestra vida, respetando nuestra soledad y con quien decidimos compartirla.  

Sana, perdónate, libérate de esas historias de relaciones que no llegaron a funcionar. Quédate contigo, sé tú aliada, aprende a mirar desde fuera qué cosas necesitas mejorar para esa próxima relación. ¿Qué cosas no quieres repetir? ¿Cuáles son tus no negociables en el amor? ¿Qué tipo de valores quieres compartir ahora con tu nueva pareja?

Abrir de nuevo el corazón para algunas personas es un gran desafío, confiar, apostar por alguien dejar que se quede a nuestro lado, requiere entender que lo que no funcionó en el pasado no tiene por qué repetirse de nuevo en el presente. Para eso necesitas quedarte contigo. ¡Hazlo!

La soledad es ese espacio emocional donde vamos reconstruyendo poco a poco nuestra forma de amar y quedarnos en esos nuevos lugares. Aprende a elegirte como te gustaría que lo hiciera tu futura pareja. ¿Te cuesta hacerlo? Cuando aprendemos a elegirnos somos más conscientes de que el rechazo no siempre tiene que ver con algo personal. Otros te pueden rechazar, dejar de querer y eso no significa que seas insuficiente para otras relaciones.

Confía que ahora mismo estás intentando ser esa persona que quieres que entre y se quede a tu lado. Ese es el mejor regalo que le puedes dar a esa próxima persona e incluso a esa nueva relación. Tu estabilidad emocional es importante para construir relaciones sanas y estables en el tiempo.

¿A quién vas a dejar entrar en tu vida?

Cuando estés bien contigo misma, veas el amor como un regalo que ya tienes y puedes dar sin quedarte vacía, elige con cuidado a quien dejas entrar en tu vida. Esa persona más que ser un compañero de vida, será uno de tus proyectos más importantes a nivel personal. Un proyecto donde tu soledad, amor propio necesitan ser honrados en todo el sentido de la palabra.

Elegir a otras personas no debería significar dejar de elegirnos y lamentablemente es algo que repetimos muchos en las relaciones de pareja. ¿Por qué tienes que quedarte vacía en esa entrega? ¿Por qué tu amor propio tiene que desaparecer cuando alguien deja de elegirte? Esto es lo que necesitamos mejorar en nuestra forma de amar, el no renunciar a quien somos cuando alguien nuevo llega a nuestra vida. ¿Podrás conseguirlo de ahora en adelante?

Esa persona que decides dejar entrar en tu vida es una elección que haces libremente, por lo tanto, ahora con todas esas decepciones vividas en el pasado sabes que cosas no vas a repetir de nuevo en el amor y esa es la parte “positiva” de algunas decepciones que surgieron en el pasado, saber dónde sí y donde debemos salir corriendo sin mucho pensarlo. La vida tiene formas raras de dejarnos algunas lecciones que nos servirán para toda la vida, el desamor a veces tiene eso, que nos enseña mucho más que el mismo amor.

Aprendiendo vamos, de eso se trata la vida en muchas ocasiones. Amar, eso que tanto queremos hacer puede esperar, cuando la prioridad se trata de ocuparnos de nosotras mismas el amor puede pasar en un segundo plano.

Puedes construir relaciones sanas, de esas que no dejan heridas cuando ya no funcionan. Puedes ser feliz sola y también en pareja, para que eso funcione necesitas estar bien con quién eres. Ya eres una persona muy completa, suficiente, a la hora de elegir de nuevo a una pareja.

Mírate mucho más en el espejo y haz las paces con tu soledad, que en ella no hay nada malo.

Un fuerte abrazo…

Alexa ❤

  Imágenes de: Adobe Stock

Loading

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.