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El síndrome de Peter Pan y Wendy en las relaciones de pareja
La mayoría hemos visto la película de Disney de Peter Pan. Pocos saben que gracias a dicha película se dio el nombre de síndromes muy frecuentes en las relaciones de pareja.
El síndrome de Peter Pan hace referencia a aquellas personas que son inmaduras, impulsivas y dependientes emocionales. El síndrome de Wendy se caracteriza por aquellas personas que viven para complacer a los demás en todo tiempo.
¿Qué sucede cuando Peter Pan y Wendy, forman una relación? Lamentablemente se da paso a construir una relación insana y donde una de las partes tendrá que sacrificarse para que eso funcione.
La historia de Peter Pan es un niño que decidió dejar de crecer a los 10 años, para vivir aventuras, vivir en un mundo donde las obligaciones de la vida adulta no están presentes. Puede leerse dulce, pero cuando esto se traslada a las relaciones de pareja, no se ve nada dulce incluso se convierte en algo agrio de soportar.
El síndrome de Peter Pan es un término que se utiliza para describir a aquella persona que acoge una conducta inmadura en su forma de vincularse en los vínculos afectivos. No siempre somos maduros emocionales en todas las áreas de nuestra vida y no hay nada malo en ello. El problema surge cuando no somos responsables de nuestros comportamientos y convertimos a las personas que tenemos cerca en nuestros cuidadores. Aquí suele surgir también mucha idealización, expectativas elevadas que no se pueden sostener en el tiempo.
Características de una persona con el síndrome de Peter Pan
· Comportamiento muy relacionado con una persona infantil. Le cuesta reconocer sus emociones o sentimientos.
· Comportamientos impulsivos. Suele actuar de manera emocional, sin pensar en las consecuencias. Luego surge el arrepentimiento cuando piensa en frío.
· Irresponsabilidad con sus actos, le cuesta ver su cuota de responsabilidad con las cosas que hace o dice.
· Sueños, metas y formas de conseguirlos nada realistas. En muchas ocasiones se plantea objetivos inalcanzables, donde cree que haciendo el mínimo esfuerzo lo podrá conseguir.
· Le cuesta reflexionar sobre sus errores.
· Cuando está en una relación sentimental, le cuesta comprometerse del todo.
· Baja autoestima. Necesitar ser siempre el centro de atención.
· Solo piensa en sus problemas, ama ser el centro de atención.
Síndrome de Wendy
Aquí nos encontramos con la otra cara de la moneda. Son personas que suelen dar mucho más de lo que pueden llegar a recibir. Lamentablemente son personas que viven para complacer a los demás, en todo tiempo. Se olvidan de sus necesidades emocionales, detienen su vida para estar a la merced de sus parejas.
Siempre quieren agradar sin importarles que eso conlleva el sacrificarse en muchas ocasiones. Siempre están anteponiendo sus sentimientos y necesidades para proteger los sentimientos y necesidades de otras personas.
¿Cómo saber si tienes el síndrome de Wendy?
· Miedo a decir que no. Sientes y crees que debes estar siempre disponible para tu pareja. Te cuesta no acceder a peticiones que no quieres hacer.
· Te has estado disculpando en todo tiempo. Incluso cuando no tiene nada que ver con cosas que hiciste o dijiste.
· Te responsabilizas de cosas que la otra persona ha hecho.
· Tu forma de amar y quedarte en una relación se hace desde el sacrificio constante. Para recibir el reconocimiento de otras personas, buscas constantemente agradar y saciar las necesidades de tu pareja.
· Te ves en la obligación de siempre estar disponible, porque si no es así no te sientes útil.
· No te das el permiso de validar y respetar tus propios sentimientos y emociones.
· Asumes que tu valor como cuidadora, nadie más lo puede hacer.
· Evitar las discusiones, conflictos, incluso sabiendo que es la única manera de resolver esos desacuerdos. No le importa darle la razón a la otra persona para evitar discutir y eso le produce mucha ansiedad.
· La aprobación social es como el aire que necesita para poder respirar.
Peter pan y Wendy, una mezcla explosiva
El perfil de ambos muestra personalidades bastante cuestionables para poder establecer una relación sana y estable. No significa que sea imposible, pero, se necesita ser conscientes de esos patrones y buscar la ayuda profesional psicológica para no dejar que esos patrones destruyan tu forma de vincularte en el amor.
Hay momentos puntuales donde cualquiera de la pareja tomará el papel de cuidador y la otra persona cuidada, pero, eso tiene que ser algo puntual, porque no estaríamos hablando de una relación recíproca o equilibrada del todo. Los roles en una relación necesitan ser intercambiables. Hay momentos que necesitamos apoyo, más cercanía de la pareja, cuando esto suceda la otra persona actuará de forma más cuidadora. El problema surge cuando un solo miembro de la relación es el cuidador/a.
En resumen
Adquirir uno de estos roles puede llevarte a no construir relaciones sanas y estables.
La falta de madurez afectiva y de responsabilidad en una relación son sus principales enemigos. Por ello es importante mirar e incluso preguntarle a la pareja qué cosas podemos mejorar para que la relación funcione.
En una relación donde la otra persona no mide lo que hace o dice, puede vivir hiriendo a la pareja todo tiempo.
Es agotador estar en una relación y que la responsabilidad de que sea algo estable y sano, sea solo de una sola persona.
Nadie nació con un manual para construir relaciones sanas, es algo que podemos aprender y mejorar en el tiempo. Si te has sentido identificada/o con este post y tu relación te importa, no dudes en buscar la ayuda que ambos necesitan para que ese vínculo sea un refugio sagrado para ambos.
Peter Pan, necesita entender que sin responsabilidad no se puede sostener una relación sana. Que crecer o madurar, implica ver que cosas tenemos que mejorar en nuestra conducta para no lastimar sin “querer” a las personas que tenemos cerca.
Y Wendy necesita comprender que ceder y no siempre estar disponible, no significa que sea una mala pareja. Al contrario, eres una buena pareja cuando tienes equilibrio entre lo que das y recibes. Cuando emocionalmente sabes cuidarte, cuando amas y cuidas tus vínculos afectivos.
Alexa
Psicóloga online
Terapia de pareja
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