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 23 cosas que te pueden ayudar a mantener la conexión con tu pareja

No siempre la conexión con la pareja está presente y eso está bien. Las relaciones no son estáticas, hay momentos donde es fácil hacer cosas con la pareja y otros momentos donde necesitamos nuestro espacio. Cuando la conexión desaparece es necesario tener una conversación honesta y ver si tenemos que mejorar algo en nuestra dinámica como pareja o tendremos que tomar la decisión de separarnos.  Porque quizás a nivel emocional no estamos en la misma dirección y no tenemos intenciones de volver a remar en una dirección paralela.

1-  Recuerden cómo se conocieron

A veces damos por hecho que todo está bien. Y qué sorpresa cuando nos damos cuenta de que no estamos bien como pareja. Para ello, recrean esos primeros encuentros. Recuerden cómo se conocieron y cómo eran esos momentos. Vuelvan a esas palabras, acciones que ambos hacían para elegirse.

2-  Hablen de sus miedos, inseguridades y deseo de cómo quieren sostener la relación

No hay nada más bonito que tener la libertad de poder hablar de nuestros miedos, inseguridades con esa persona que tenemos cerca. Desnudarse a nivel emocional es un piral que deberíamos cuidar en nuestros vínculos afectivos.

3-  Hazle saber a tu pareja que a veces necesitas tu espacio individual

Esto no debería ser negociable, tener un espacio individual requiere entender que, para estar bien como pareja, necesitamos estar bien con uno mismo en solitario. Donde ahí podemos poner en balanza nuestras necesidades y saciarlas sin la pareja.

Los espacios individuales también nos ayudan a evitar caer en la dependencia emocional. Donde mediante esos momentos podemos drenar cosas que luego podemos compartir con la pareja desde un lugar más sano.

4-  Tengan conversaciones incómodas ¿Qué queremos en estos momentos presentes? ¿Cómo estamos como pareja? ¿Hacia dónde vamos?

A veces nos cuesta tener esas conversaciones que sirven como termómetro para medir cómo estamos como pareja. Gracias a esas conversaciones podemos aterrizar nuestras expectativas, podemos evitar alimentar el cómo idealizamos a la pareja o la relación que estamos construyendo.

Esas conversaciones se necesitan, aunque a veces duelan, porque sin esas conversaciones no podremos ser conscientes de las cosas que están funcionando o las que necesitamos mejorar.

5-  Vayan a terapia de pareja

No hay nada malo en buscar ayuda profesional en algunas ocasiones.

En terapia de pareja aprendemos a mejorar la forma de comunicarnos.

Ahí sacamos o desnudamos cosas que a veces no sabemos decirnos a la cara y son impedimentos para poder avanzar.

En la terapia de pareja podrás conseguir recursos para mejorar la dinámica insana que se repite en tu relación.

6-  Dedíquense tiempo de calidad

Tiempo de calidad no es viajar cada x tiempo. Cenar fuera siempre. Tiempo de calidad es sacar tiempo para mirarnos, tocarnos, escucharnos,  sentirnos, abrazarnos, apoyarnos, comprendernos.

Tiempo de calidad es alejarnos de lo cotidiano, del ruido exterior y estar ahí para nosotros. Donde desconectamos un poco de los conflictos, donde velamos por ese espacio de reflexión para sostener nuestros sentimientos.

Tiempo de calidad es cuidar la relación.

7-  Resuelvan los conflictos y no acumulen desacuerdos sin resolver

Hay conflictos que nunca van a desaparecer dentro de tu relación. Y dirás ¿Cómo es posible? porque hay desacuerdos que tendremos que aprender convivir con ellos, no aceptarlos, más bien respetarlos.

Cuando acumulamos desacuerdos, fácilmente vivimos la relación desde el resentimiento y de esa manera la conexión con la pareja no se hace presente, porque siempre acudimos a las críticas, jugarnos, castigarnos con el silencio o la culpa.

8-  Validen sus emociones

Aceptar es reconocer las emociones y sentimientos de la pareja, no es aplaudirle todo lo que hace o dice. Es respetar lo que hace persona está sintiendo, aunque nos cueste aceptarlo.

9-  Apliquen la responsabilidad afectiva

Se habla mucho de la responsabilidad afectiva, es difícil escapar de ella. Para mí la responsabilidad afectiva es ser coherente con lo que digo sentir y hago en ese lugar. Es también el reconocer que los sentimientos, emociones y nuestra pareja, merecen respeto a nuestro lado.

10-              Sean honestos para decir lo que no le gustan de la pareja sin la intención de criticar o minimizar a la otra persona

Todos estamos llenos de cosas a mejorar, cosas que a veces no somos conscientes de ello. Decirle a la pareja aquellas cosas que no nos gustan es dejar en evidencia que nos importa esa persona y sobre todo es dejar en evidencia cómo nos lastima lo que hace o dice la pareja en algunos momentos.

11-              Mejorar la comunicación

La comunicación en pareja es un reto y hacerlo de manera asertiva implica entender que siempre necesitamos ver cómo cambiar para bien nuestra forma de comunicarnos en la relación.

Es algo que iremos aprendiendo y actualizando en todo tiempo.

La falta de comunicación o la comunicación inadecuada no nos permite resolver los malentendidos que suelen surgir en la relación.

Mejoramos la comunicación cuando lo utilizamos con la finalidad de resolver conflictos y no como medio para; atacar, juzgar, criticar, condenar, lastimar, reprochar, culpabilizar o castigar a la pareja.

12-              Renovar los acuerdos

La presencia de los acuerdos es un factor importante para determinar hacia dónde vamos como pareja y sobre todo ver en donde nos encontramos. Es un pequeño mapa donde nos podemos situar y analizar el nivel de compromiso que ambos tenemos como pareja para que esto siga funcionando.

13-              Conocer las necesidades de ambos

Es un buen ejercicio para no esperar o demandar cosas que la pareja no nos puede dar e incluso no quiere darnos. Aférrate a las necesidades que tienes en tus relaciones de pareja, porque gracias a ellas, podrás poner límites.

14-              Ser equipo

No somos enemigos e incluso cuando los desacuerdos aparecen es donde más tenemos de demostrarnos que podemos contar el uno con el otro.

Ser equipo significa que ambos tenemos un mismo bien en común, estar ahí para que la relación funcione. 

Ser equipo es entender que nadie quiere lastimar a la otra persona. Que el respeto, la admiración y la consideración siempre estarán ahí.  

15-              Sean un lugar seguro

Ojalá sea nuestro mayor reto como pareja. Tú y tu pareja no merecen estar en una relación donde ambos sean lastimados sin piedad todo el tiempo. El concepto de estar en pareja no tiene nada que ver con querer joderle la vida a la otra persona. Eso no es amor.

16-              Intenten no querer cambiar a la pareja

Será desgastador querer que la pareja sea quien no es.

Es desgastador querer que la pareja piense o actúe como nosotros lo hacemos. Es imposible que eso suceda y si eso sucede es evidencia de que no estás construyendo una relación sana.

Porque tu pareja no debe ser una copia de quien tú eres. Es una persona diferente que viene a complementar tu vida ya completa.

Y querer cambiar a la pareja ¿Para qué?

17-              Construir la relación diariamente

Las relaciones se construyen en el día a día. Con pequeños detalles. Estando ahí en la medida de lo posible para sostener lo que sentimos.

Construir la relación implica compromiso. Implica acudir a poder negociar en todo tiempo lo que ambos queremos o necesitamos para poder seguir juntos.

18-              Mostrar con hecho los afectos

Intentemos evitar las promesas que quizás nunca vamos a poder cumplir.

Los hechos dicen más que todo aquello que podemos llegar a prometer.

Mostrar con hechos puede ser; cocinar para tu pareja, preparar una cena romántica. Llevar a esa persona a ese lugar que tanto quería ir.

Organizar algo pendiente en la casa.

Escribirle una carta a la pareja mostrando lo agradecidos que estamos con su presencia.

19-              Sorprender a la pareja

No hay que esperar un día especial para hacer algo especial por la pareja.

Y tiene más valor para algunas personas cuando en cualquier momento la pareja busca un hueco para festejar el amor que ambos sienten.

Puedes sorprender a tu pareja con:

Una invitación al cine.

Llevarle de viaje.

Llevarle a ver una obra de teatro.

Regalarle entradas para algún concierto.

Dejarle algo de comer en casa para cuando llegue del trabajo.

20-              Tengan una sexualidad sagrada

Una sexualidad sagrada implica ver cómo podemos cuidar y mejorar nuestra intimidad sexual. Donde hay espacio para hablar y pedir lo que necesitamos a nivel sexual.

Analicen las expectativas de ambos relacionado con la sexualidad. ¿Qué cosas queremos hacer? ¿Qué cosas ya no encajan con nuestros valores hoy día? ¿Qué importancia tiene la intimidad para ambos?

21-              Equilibrio entre lo que damos y recibimos

No está de más decirlo, hay que saber cuando estamos dando y no dejamos nada de reserva para uno mismo. Equilibrio es aplicar la reciprocidad, donde nadie dará y la otra persona no estará a la altura de lo que recibe.

Equilibrio es esforzarse sin sacrificarse. Nadie tiene porque anularse para   que funcione.

22-              Ser lo más autónomos posible

Tengan una vida bonita también sin la pareja, quedar con los amigos. Viajar sin la pareja. Salir solo/as.

La autonomía es cuidar la relación que tienes contigo, entendiendo que hay cosas que puedes o deberías hacer por ti misma.

La autonomía no es una carga a nivel emocional, física o económica para la pareja. (Entendiendo que si hemos llegado a un acuerdo donde una persona trabajará y la otra no, es respetable).

23-              Ser coherentes

En todo tiempo con lo que sentimos. Necesitamos o como estamos en ese lugar. Ser coherentes implica saber decir cuando hay dudas, miedos o inseguridades respecto a la relación.

Ser coherentes es saber decir lo que sentimos porque en realidad lo sentimos y no como obligación.

Alexa Dacier

Psicologa online

Terapia de pareja

Terapia sexual

Imágenes: Adobe Stock

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.