Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 28 segundos

¿Cómo evitar volver a fracasar en el amor?

Todos queremos un amor “para siempre” sin fecha de caducidad. De esos amores que el juntos hasta la eternidad se pueda sostener. Es una idea muy romántica conocer a alguien y quedarte a su lado hasta la muerte, tomarse de las manos, ser un equipo y construir juntos un hogar lleno de amor, respeto y mucha admiración. Tengo muy pocos referentes relacionados con ese tipo de amor que envejecen juntos. Pero existen y lo que me dicen es que no ha sido “fácil” seguir juntos en muchas ocasiones. Y si solo te quedas con la idea de que quieres a alguien para siempre a tu lado y no eres consciente de lo que implica seguir con esa persona en la buena o en la mala, estás sencillamente obsesionada con los mitos del amor romántico.

Una relación de pareja se puede terminar por diferentes razones. Tu pareja se puede despertar un día y decirte que a tu lado ya no quiere estar. E incluso tú puedes tomar la decisión de no seguir en esa relación que parecía bonita al principio y donde ahora mismo te sientes perdida sin saber que es lo que quieres de verdad en una relación. Son cosas que pasan, porque nadie te puede asegurar que el amor puede ser para siempre en algunas ocasiones y con una misma persona.

Muchas personas arrastran la sensación de sentirse fracasadas en el amor durante mucho tiempo. Miran hacia atrás y tiene muchas decepciones acumuladas que, si pudieran, lo borrarían de sus recuerdos para siempre. Lamentablemente son personas que tienen patrones insanos en el amor, siempre sus relaciones terminan desde el drama, las decepciones, la desconfianza y sentirse inferiores para sostener una relación de pareja, sana y estable. Se castigan por creer que no fueron “SUFICIENTES” para esas personas que decidieron irse.

Enamorarse de alguien es coincidir con una persona que tiene similitud a quienes somos o estamos buscando en la vida. Enamorarse es como completar un puzle con esa persona, donde los valores, las creencias, las expectativas, los desafíos de la vida, serán las piezas necesarias para complementarnos o ser conscientes de que quizás nos hacemos mucho daño cuanto intentamos unir algunas de esas piezas.

¿Por qué fracasamos en el amor?

No sabemos estar sin pareja

Que no es lo mismo que estar solos. Hay etapas de la vida, donde es necesario aprender a estar sin pareja. A veces vamos saltando de una relación a otra huyendo de nuestra propia compañía. Eso es terrible, porque desde ese lugar de muchos miedos, elegimos a cualquiera. Sin tener claridad que tipo de persona es e incluso sin saber qué es lo que queremos de verdad en una relación. ¿Qué es lo que tú quieres construir y sostener al lado de alguien?

Laura, lo tenía claro, después de mucho tiempo saliendo, tonteando y buscando desesperadamente el amor, se cansó de siempre quedar con personas que a nivel emocional no estaban disponibles para ella. Trabajamos este tema en consulta y decidió darse un tiempo sin citas, sin aplicaciones de conocer personas y comenzó a priorizar el ocuparse de ella. Fue un trabajo bonito, porque se dio cuenta de que ella no quería de verdad una relación de pareja, quería no verse cara a cara con la soledad emocional. La presión social estaba muy presente, porque según los demás, quedarse sola, con ella misma, era algo negativo.

Es muy difícil aprender a estar sin pareja cuando te ves obligada a decirle adiós a una relación que querías para SIEMPRE en tu vida.

Permítete estar sola, contigo misma. Sé que nadie en realidad quiere estar sola en algunas ocasiones, fantaseamos mucho con la idea de estar en pareja, es parte de nuestro ADN. Deberíamos aprender a ver la soltería como una etapa de transición para conocernos mucho más a nivel emocional. Para poner en balanza que es lo que queremos y no queremos en el amor. Para ver nuestra cuota de responsabilidad sobre por qué dejó de funcionar en otros lugares.

Esa misma soltería debería servirnos para conocer nuestros límites en el amor. Esas cosas no negociables que no vamos a permitir independientemente de lo mucho que queramos seguir al lado de esa persona.

No sabemos en realidad qué tipo de amor queremos o podemos dar

Cuando vas a una entrevista de trabajo tienes claro qué perfil están buscando en ese lugar. Tú, ni yo y creo que nadie, iría a una entrevista de trabajo donde están buscando un médico, sin nosotros serlo. En el amor no deberíamos pasar por alto a donde vamos, que está buscando esa persona y que queremos dar en ese lugar. Definir el tipo de relación que quieres es necesario para no “fracasar” en el amor. Es tu currículum emocional, donde ahí tendrás que detallar qué es lo que quieres y que es lo que puedes dar.  Hazlo.

El amor no surge sin más, de repente no conoces a alguien y a su lado te quieres quedar, tiene que pasar cosas o escuchar algo para tomar esa decisión de apostar por un extraño. Coincidir porque estamos buscando algo parecido. Coincidir porque nos podemos aportar muchas cosas bonitas. Coincidir porque al estar juntos nos sentimos en casa, a salvo.

Nadie nos prepara para el amor, para elegir mejor y evitar algunas decepciones. Aprendemos con los errores y de seguro ya no quieres seguir acumulando más errores en nombre del amor. No hemos venido a este mundo a sufrir y quedarnos en relaciones donde el amor no está presente y donde a nivel emocional nos quedamos destrozadas y odiando el amor.

Vinimos a amar y a ser amadas de la manera más sana posible.

El amor sano, estable es posible, no lo vas a construir con cualquiera. Por eso date tiempo, no hay prisas para volver a amar, entregarnos y apostar por un extraño.  Reconstruye tu forma de amar y entregarte, tu próxima relación merece lo mejor que hay en ti. Trabaja mucho en ti para mantener esa relación estable que volverás a elegir más adelante.

Alexa Dacier

Psicología clínica

Terapia de pareja y sexología clínica

Imágenes Adobe Stock

Loading

Avatar del usuario

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.