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Carta para alguien que ha perdido a un ser querido

El duelo nos da la oportunidad de liberar, sacar, llorar y limpiar el alma cuando algo que nos importa, duele y ya no estará.

Hola, perdiste un ser querido, un vació se hizo presente, lloras, porque es lo único que sabemos hacer para honrar a quien ya no está y no seguirá a nuestro lado.  Muchos te dicen que esa persona estará en un lugar mejor, que no llores más y que aceptes la realidad. Has escuchado tantas cosas, pero nadie te habla de como calmar ese dolor intenso que llevas en el alma. Lo único que te puedo decir; los duelos, duelen y mucho. Ahora solo nos toca sentir y darle permiso a la tristeza para que se instale, no te pongas tiempo, esto no es lineal, vas a subir y bajar, el equilibrio llegará. No te presiones, sencillamente vive tu duelo, solo tú sabes lo que has perdido y cómo te duele.

Perder un ser querido es perder una parte de nosotros, siempre va a doler decirle adiós a alguien que amábamos y quien te diga lo contrario no ha perdido a un ser importante en su vida. Por ello, no compares tus procesos con los de nadie, respeta tu pérdida, respeta tu dolor, respeta la tristeza que hay ahora mismo en tu alma. En el duelo no hay competencia, no es quien sienta más o menos, sencillamente es sentir, cada uno con sus recursos emocionales, valores, creencias y grupo de apoyo.

No quiero decirte palabras bonitas, pasar por un duelo puede destrozar el alma en mil pedazos, agonizamos del dolor, pero no morimos. ¡Esto pasará!

En medio de este dolor habla, descarga esa tristeza hablando. No reprimas tus emociones, dejaras entrar libremente. No te cuestiones respeto a tu sensibilidad con esto. Eres humana y perder a un ser querido, duele y punto.

No te alejes de tus seres queridos, ahora más que nunca necesitas el calor humano, las personas que te aman, muchos abrazos y un hombro para llorar, descargar y cargar nuevas fuerzas para seguir. Apóyate en ellos, porque no hay nada más sanador que tener personas cerca cuando el caos del duelo se hace presente.

Los duelos saludables ocurren cuando tenemos con quien vivirlo. ¿Quiénes están contigo en medio de todo esto? Acude a ellos.

El duelo no es una enfermedad, no estas enferma, sencillamente estas honrado con tu tristeza los recuerdos bonitos que esa persona te ha dejado. Y si alguien no respeta este momento doloroso de tu vida, aléjate y vive sin culpa tu proceso doloroso.  

El duelo trae tristeza a veces pesa un poco sentir tanto, pero la tristeza es natural en estos momentos, no pasa nada por estar tristes. ¿Quién se alegra a la hora de despedirse de un ser querido? Escucha tu tristeza y ponle nombre a todo lo que hay detrás de ella, ¿Soledad? ¿Vació? ¿Culpa? ¿Rabia? ¿Resentimiento? ¿Decepciones?

Llora y mucho

Las lágrimas liberan, descargan y alivian el estrés emocional.

Llorar es lo único que nos queda cuando un adiós para siempre se hace presente.

Llorar es limpiar el alma, es conectar con esos recuerdos que siempre estarán con nosotros.

Llorar es hablar de lo que nos duele y cómo nos duele.

Llorar es el grito desesperado, pidiendo ayuda, buscando un abrazo, asimilando el dolor.

Llorar es nuestra forma de dar un adiós lleno de amor, de despedirnos sin estar preparados, de soltar, de dejar ir.

El duelo no es eterno no te pongas tiempo

El duelo es un camino con curvas, no es para nada lineal este proceso. En muchas ocasiones vas a sentir que ya el final llegó, al otro día la tristeza aguda volverá, tus emociones sin permiso se harán presentes y vas a creer que todo está comenzando desde 0.  Es una etapa, esto pasará cuando tenga que pasar. No te pongas tiempo para sentir, para despedirte o para olvidar a esa persona. Nadie deja de querer de la noche a la mañana a un ser querido. Y nunca dejamos de amar a quien ya no está, el amor se transforma.

Perdemos, no hay nada positivo en un duelo, solo aprendizaje. Aprendemos que el amor no muere, que siempre vamos a llevar a esa persona en nuestros corazones. Que después de una pérdida tan importante, aprendemos a ver la vida desde otra mirada. Valoramos mucho más a las personas, reconocemos que no somos eternos, que estamos de paso en esta vida. Que esto te sirva para abrazar más a los tuyos, para querer con hechos y para valorar a las personas que siempre están a tu lado.

Sé que duele, es un dolor que pesa, que cuesta ponerle nombre. Nadie nos preparó para esto, solo cuando nos toca vivirlo lo entendemos.  Tu duelo es tuyo, sólo tú decides cómo vivirlo. Nadie puede decirte como sentir y cómo procesar todo este dolor.

La vida nos da y también nos quita, con eso no podemos luchar. No podemos ir al pasado y volver a estar al lado de esa persona que se fue, no podemos cambiar nada. Solamente nos toca seguir, asimilar, honrar con amor a esas personas que se han ido.

Lo único seguro que tenemos en esta vida es que la muerte nos tocará a todos. Unos antes y unos después, de eso no nos vamos a escapar.  Nos hicieron creer que somos eternos, una mentira que nos gusta. No podemos hablar de la muerte, tenemos miedo a verlo cara a cara. Por eso nos cuesta tanto sentir, soltar y aceptar ese adiós para siempre.

Saca tiempo y ve que dejó esa persona en tu vida. ¿Qué aprendiste al lado de esa persona? ¿Qué valoras de esa persona? ¿Cómo vas a cuidar ese amor que sientes por ese ser querido?

Solo te puedo decir

Abraza tu dolor.

Llora sin culpa.

Respeta tu proceso.

Siente y mucho.

No te abandones en medio de este dolor.

Quédate cerca de los tuyos, ahora más que nunca necesitas ser acompañada en medio de tanta tristeza.

Alexa ❤

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Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.