Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 18 segundos

 Eres suficiente, deja de dudarlo (Carta) 

He estado ahí y de seguro volveré a estarlo en más ocasiones, lo que tengo seguro es que las próximas veces que me sienta así, tendré muy claro que ese sentimiento no define quien soy como persona. Lidiar con este sentimiento no es nada fácil, te cuestionas porque no eres como otras personas o porque no tienes lo que otros tienen. Y aunque en muchas ocasiones la vida nos lleva a competir con otros, no caigas en la trampa de las exigencias. Los deberías son muy peligrosos, puro caos que nos cuesta gestionar.

A veces se nos olvida lo valiosas que somos, a veces nos pasamos media vida intentando encajar en lugares que en realidad no nos merecen. En muchas ocasiones te vas a alejar de tu amor propio o estarás en guerra contigo. No siempre sabemos cómo amarnos y aunque lo correcto sería querernos, a veces cuesta hacerlo y está bien. No te presiones por ello. No todo el tiempo sabemos cómo tratarnos bien, humanos imperfectos somos.

 Hay situaciones en la vida que nos hacen sentir que no somos suficientes, porque nos rechazan, porque no nos dan el valor que nos merecemos. Y a pesar de lo duro que es aceptarlo, tu valor como persona no debería estar condicionado con las actitudes de los demás. Lo sé, a veces depositamos tantas expectativas fuera de nosotros que eso nos lleva a hacernos mucho daño.

El sentimiento de inferioridad te aleja por completo de reconocer aquello que te mereces. Te lleva a vivir en guerra constante contigo y compararte de manera negativa con otras personas. Y aunque todos tenemos imperfecciones, con el sentimiento de inferioridad sentimos que nuestras imperfecciones superan por completo a cualquier ser humano. No seas tan cruel contigo, no tienes porque ser perfecta, es algo imposible de conseguir. Tienes cosas a mejorar como cualquier ser humano, pero, no olvides que esas cosas a mejorar no condicionan tu valor.

A veces podemos ser muy crueles con uno mismo, nos criticamos, nos castigamos por no ser aquello que se supone que “deberíamos de ser”. No siempre vas a agradar a los demás. No siempre quedarte en algunos lugares será seguro emocionalmente hablando. No siempre te van a querer como te lo mereces. No siempre vas a conseguir todo lo que deseas en la vida. Y todo esto no debería ser detonante para creer o sentir que eres insuficiente.

Estarás mucho tiempo contigo, intenta llevarte lo mejor que puedas contigo. Entendiendo que es normal tener etapas de crisis existencial y que no estarás en paz con quién eres o quieres de la vida. El punto importante aquí es siempre saber regresar a uno mismo cuando nos sentimos perdidos. Alejarse de uno puede servir como punto de reflexión para darnos cuenta de donde en realidad merecemos quedarnos.

Ser suficiente

Ser suficiente es autoexigencia y la autoexigencia en muchas ocasiones te puede llevar a la locura, porque ese querer agradar a los demás te aleja por completo de ti. Te comportas como otros quieren, eres lo que otros quieren, dices lo que otros quieren. Es en pocas palabras dejar que los demás tomen el control de tu vida. Tu vida es solo te pertenece a ti, nadie va a morir por ti, por eso, vívela a tu manera y como puedas.

La autoexigencia también es exigirnos cosas que no tenemos para darnos. Y sobre todo el no ver las cualidades positivas que tenemos. Si te detuvieras en ver la joya de persona que eres, fueras menos dura contigo. Si aceptaras esas imperfecciones como algo “natural” el proceso de mejorar esas imperfecciones no sería tan caótico para ti.

Cuando te sientas insuficiente recuerda ser una mejor versión para ti, competir para ti, crecer para ti, vivir y ser para ti. No seas víctima de tus circunstancias o tus pensamientos erróneos sobre ti. Lo que sueles pensar sobre ti no siempre es real. Cuando lleguen esos pensamientos tormentosos escúchalos y luego saca tus conclusiones sobre quien en realidad eres.

Tendrás momentos que no sabrás cómo confiar en ti, como verte en el espejo o como deja de compararte con otras personas, cuando todo esto suceda no olvides respetarte. Aunque te cueste creer que eres suficiente no olvides respetarte tal como eres.

Eres suficiente para:

Para que te quieran.

Para que te respeten.

Para que te valoren.

Para todo y eso solo lo vas a sentir cuando estés en los lugares que emocionalmente no te hagan daño.

Deja de dudar sobre lo suficiente que eres, deja de creer que eres poca persona, que no te merece nada bueno. No te castigues de esa manera, haz las paces con tu pasado. Cierra esos ciclos dolorosos, aléjate de esos lugares que no te quieren como te lo mereces y sobre todo ponte a salvo, piensa más en ti.

Espero que de ahora en adelante no te cueste reconocer lo suficiente que eres. Que tengas la valentía necesaria para no quedarte en esos lugares que te hacen sentir insuficiente. Siempre elige quedarte donde no tengas dudas sobre lo que vales o lo que te mereces. Deja de conformarte con poco por el solo hecho de sentir que mereces poco en tu vida.

Eres suficiente, repítelo las veces que sean necesarias. Intenta integrarlo en tu día a día. Eres suficiente ese valor como persona solo lo encontrarás dentro de ti. Eres suficiente a pesar de tus equivocaciones o fallos como cualquier ser humano. Eres suficiente amiga mía, abraza esas inseguridades, sé una mejor persona para ti.

Eres suficiente y si tienes que escribirlo y dejarlo visible en algún lugar, hazlo.

Mantra que te puede ayudar

Soy suficiente.

Soy digna de cosas bonitas.

Soy una persona valiosa.

Soy un regalo para las personas que puedan valorarme.

Soy imperfecta y no necesito ser algo que no quiero ser.

Soy la dueña de mi vida.

Soy la responsable de mi felicidad.

Soy merecedora de buenas personas a mi lado, porque yo también soy una buena persona.

Soy y siempre seré suficiente. 

Alexa ❤

Imágenes de: Adobe Stock

Loading

Avatar del usuario

Escrito por

Alexa Dacier

Alexa Dacier / Psicología / Terapeuta sexual y de pareja
Todos necesitamos donde apoyarnos cuando emocionalmente creemos que no podemos más.

Aquí nos damos el permiso para:
Sentir.
Soltar.
Amar.
Aprender a poner límites.
Reconstruir nuestros vínculos afectivos.
Sostener relaciones sanas.
Aplicar la autocompasión.
Cambiar el dialogo interior.